andrea branzi, arquitecto, diseñador y académico italiano, fallece a los 84 años

Andrea Branzi fallece a los 84 años

Andrea Branzi, arquitecto, diseñador y educador italiano conocido por sus importantes contribuciones en los campos de la arquitectura, el diseño industrial y el urbanismo, ha fallecido a los 84 años. Stefano Boeri se despide del diseñador con un sincero mensaje en Instagram.

«Andrea Branzi nos ha dejado. Fue un gigante del pensamiento radical sobre los espacios humanos, un sofisticado historiador del diseño italiano, un artista visionario capaz de habitar otros universos y mundos paralelos con ironía. Nos deja un poderoso y generativo legado de obras y textos; y una película producida hace un año por Triennale que es su testamento intelectual. Nos deja pensando y soñando. Hace unas horas hemos hablado con él y con Nicoletta y Emanuele Coccia para retomar el proyecto de un «Great Paris» atravesado por 50 mil grandes vacas sagradas -para que puedan «reducir el estrés metropolitano»-. Ciao Andrea, sigue soñando con nosotros.»

imagen © designboom

La trayectoria arquitectónica y de diseño de Andrea Branzi

Andrea Branzi comenzó su camino arquitectónico en la Escuela de Arquitectura de Florencia, donde se licenció en 1966. En los años sesenta y principios de los setenta, Branzi fundó Archizoom Associati junto con Gilberto Corretti, Paolo Deganello y Massimo Morozzi. Este fue un grupo de diseño experimental conocido por sus innovadores proyectos, entre ellos la visionaria “No-Stop-City», un proyecto no construido que presenta una utopía urbana en la que la forma arquitectónica desaparece y sólo permanece lo esencial.

“Un proyecto que tuvo una gran importancia para mí, para mi generación, para muchos artistas que vinieron después, fue el proyecto No-Stop-City», declaró Branzi a designboom en 2003.«Una metrópolis fluida, donde incluso el concepto de modernidad dentro del orden cambia hacia una idea de complejidad incontrolable y un mundo destinado a una enorme diversificación. Hoy veo que este tipo de escenarios son apreciados y compartido por famosos arquitectos contemporáneos que reconocen el movimiento radical y el proyecto No-Stop City como un acontecimiento genético, que interceptó un desarrollo en la cultura del proyecto, convirtiéndose en un ejemplo dentro del propio proyecto.»

«No-Stop-City» (1970) de Archizoom Associati

Algunos de los notables diseños de mobiliario de Andrea Branzi son el sofá Superonda (1966), la silla Mies (1968) y el sofá modular Safari (1968). Estas piezas se crearon con la intención de desafiar las nociones convencionales de cómo usamos e interactuamos con el mobiliario. Más tarde, desempeñó un papel importante en el Studio Alchimia, fundado en 1976, y colaboró con el Grupo Memphis a principios de la década de 1980. A mediados de los ochenta, Branzi cambió su enfoque de diseño y se alejó de la estética altamente estilizada del posmodernismo. En su lugar, abrazó lo que denominó «neoprimitivismo«, que mezclaba elementos de la naturaleza y la artificialidad.

Las piezas incluían secciones de árboles en bruto integradas en bancos, mesas y sillas pulcras y minimalistas, caracterizado por una paleta de colores en escala de grises. El impacto de Branzi va más allá de su trabajo de diseño. Cofundador de Domus Academy, la primera escuela internacional de diseño de posgrado, Branzi fue profesor y presidente de la Escuela de Diseño de Interiores del Politécnico de Milán hasta 2009.

banco «Domestic Animals» (1985) de Andrea & Nicoletta Branzi | imagen cortesía de Wright

En los últimos años, los diseños de Branzi han evolucionado para ser objetos personales de composición fragmentada y sutil ironía yiddish. Estos diseños reflejan su constante exploración de conceptos y estéticas innovadoras en el mundo del diseño de mobiliario y de objetos. Branzi recibió varios premios a lo largo de su carrera, entre ellos, tres Compasso d’Oro, concedidos por esfuerzo individual o colaborativo en 1979, 1987 y 1995. Además, recibió el título de Diseñador Real Honorario en el Reino Unido en 2008 y un título honorífico de La Sapienza de Roma. Ese mismo año, su trabajo también formó parte de una instalación en la Fondation Cartier de París.

En 2018, Branzi recibió el prestigioso Premio Rolf Schock de Artes Visuales de la Real Academia Sueca de Bellas Artes. El legado de diseño de Andrea Branzi perdura con obras suyas en las colecciones permanentes de estimadas instituciones como el Centro Pompidou de París, el Museo de Israel de Jerusalén, el Museo de Bellas Artes de Houston, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Victoria & Albert de Londres, entre otros.