designboom presenta historia del diseño: andrea branzi

andrea branzi (1938-2023): rompiendo moldes

Hoy despedimos al arquitecto, diseñador y teórico italiano, Andrea Branzi. Fallecido a los 84 años, Branzi dejó tras de sí un legado pionero pues nunca se interesó por entender las diferencias entre diseño y arte. En su lugar, se centró en crear objetos con narrativas inculcadas tanto por él como por quien interactuaba con sus obras. Con una carrera que abarca más de seis décadas, el diseñador tuvo una significativa participación en el debate sobre las ciudades, la arquitectura y el diseño. Branzi llevó a cabo proyectos sobre las relaciones entre las personas y los objetos, y la forma en la que navegamos por el mundo, anticipándose a los problemas a los que nos enfrentamos actualmente.

Nacido en Florencia en 1938, Branzi se licenció en la Universidad de Florencia en 1966, ahí conoció a compañeros de estudios que pronto se convertirían en sus colegas. En ese entonces, el movimiento del Diseño Radical estaba floreciendo en Italia, alcanzando su punto álgido en los años 70. Esta innovadora escuela de pensamiento exploraba cómo la tecnología y el diseño podrían remodelar el futuro, desarrollando nuevas formas de habitar el planeta y luchando por el control sobre el ambiente desafiando el status quo. Futuristas, expansivos y ampliamente experimentales, los conceptos surgidos de este periodo siguen formando parte de nuestra agenda actual. A continuación, designboom recuerda y rinde homenaje a las obras más emblemáticas de Branzi y a los hitos de la arquitectura y el diseño italiano.

Andrea Branzi, un visionario italiano | imagen © Cirva Kai Juenemann

pionero del pensamiento de diseño radical

Siguiendo la línea del movimiento, Andrea Branzi fundó el grupo vanguardista italiano Archizoom Associati en 1966 , junto con Gilberto Corretti, Paolo Deganello y Massimo Morozzi. Su enfoque radical en la arquitectura reaccionó contra el modernismo y restó importancia a las preocupaciones prácticas en favor de una actitud imaginativa y de ciencia ficción.

La obra más crítica que surgió bajo este grupo fue “No-Stop City”. Este fue un concepto que presentaba una utopía urbana en la que desaparecía la forma arquitectónica y sólo quedaba lo esencial. Al cuestionar el carácter de las ciudades existentes, la propuesta ideaba una metrópolis con patrones repetitivos y múltiples núcleos, aquí los individuos tendrían una gran libertad para construir. El lugar se extendería infinitamente añadiendo elementos homogéneos adaptados a diversos usos. En última instancia, el proyecto demuestra las consecuencias del desarrollo urbano dentro del capitalismo tardío.

Archizoom Associati fundado en 1966 | imagen cortesía de Friedman Benda

“Un proyecto que tuvo una gran importancia para mí, para mi generación, para muchos artistas que vinieron después, fue el proyecto No-Stop-City», declaró Branzi a designboom en 2003. «Una metrópolis fluida, donde incluso el concepto de modernidad dentro del orden cambia hacia una idea de complejidad incontrolable y un mundo destinado a una enorme diversificación. Hoy veo que este tipo de escenarios son apreciados y compartido por famosos arquitectos contemporáneos que reconocen el movimiento radical y el proyecto No-Stop City como un acontecimiento genético, que interceptó un desarrollo en la cultura del proyecto, convirtiéndose en un ejemplo dentro del propio proyecto.»

‘No-Stop City’ (1970) por Archizoom Associati

Antes de asociarse con el Grupo Memphis de Ettore Sottsass en la década de 1980, Andrea Branzi participó en el grupo de vanguardia post-radical de Alessandro Guerriero, Alchimia, en 1976. También fue cofundador de Global Tools en 1974, una programa de enseñanzas multidisciplinares de diseño que promovía conceptos y estrategias experimentales. Dicho programa contraescolar se basó en la ironía y la provocación, su objetivo era desmantelar los principios y aplicaciones tradicionales de la arquitectura, el urbanismo y el diseño. Según Branzi, «en lugar de diseñar entornos humanos que encarnen ideales y objetivos inalcanzables, los proyectos utópicos de los arquitectos radicales exponían y examinaban las contradicciones de la disciplina arquitectónica y la sociedad existente».

Unos años más tarde, en 1983, cofundó la Domus Academy – la primera escuela internacional de posgrado en diseño, de la que fue director cultural, vicepresidente y coordinador. En años más recientes, vivía y trabajaba en Milán, donde seguía explorando los campos del diseño industrial y de investigación, la arquitectura, el urbanismo, la educación y la promoción cultural. Su enfoque artístico hace gala de un intento de conectar el mundo industrial con la poesía de la naturaleza. También era escritor independiente y apareció en importantes publicaciones, entre ellas varios volúmenes con la prensa del MIT.

banco ‘Domestic Animals’ (1985) por Andrea & Nicoletta Branzi | imagen cortesía de Wright

un galardonado catálogo de obras

Entre sus diseños de mobiliario más famosos se encuentran el sofá «Superonda» (1966), la silla «Mies» (1968) y el sofá modular «Safari» (1968), todos ellos con la intención de cuestionar las reglas de nuestra forma de vivir. En la década de 1980, creó «Domestic Animals” (Animales Domésticos), una peculiar colección que explora la estética neoprimitiva en la que convergen naturaleza y artificialidad. Diseñado junto a Nicoletta Branzi, el proyecto revela una serie de «objetos criatura» con trozos de árboles en bruto incrustados en extensiones elegantes, minimalistas y de tonos grises de mesas, sillas y bancos. Desde el cambio de milenio, los diseños de Branzi se han convertido en objetos personales de composición más fragmentada, llenos de sutil ironía yiddish.

Branzi recibió varios premios a lo largo de su carrera, entre ellos, tres Compasso d’Oro, concedidos por esfuerzo individual o colaborativo en 1979, 1987 y 1995. Sus obras se han expuesto en la Bienal de Venecia, en el Museo del Diseño de la Trienal de Milán, en el MoMA de Nueva York, entre otros. En 2008, el visionario italiano fue nombrado Diseñador Real Honorario en el Reino Unido y recibió un título honorífico de la Universidad Sapienza de Roma. Ese mismo año, su trabajo también formó parte de una instalación en la Fondation Cartier de París. Sus obras forman parte de las colecciones permanentes del Centro Georges Pompidou de París, el Victoria And Albert Museum de Londres, el Museo de Bellas Artes de Houston, el Museo de Israel de Jerusalén, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, entre otros.

sofá ‘Safari’ (1967) por Archizoom Associati | imagen cortesía de Poltronova

Andrea Branzi participó en el segundo simposio internacional «JAPAN DESIGN. Arts Over The Boundaries» organizado por la Universidad de Milán en colaboración con la Fundación Ishibashi de Tokio. El evento, que se celebró entre el 13 y el 14 de octubre de 2022, reuniendo algunos de los diseñadores y arquitectos japoneses más destacados. También acudieron diseñadores italianos y japoneses que han marcado la historia del diseño con sinergias y colaboraciones que han tenido a Italia, en particular a Milán, y a Japón como protagonistas. La fundadora y redactora jefe de designboom, Birgit Lohmann, fue invitada a presentar una reflexión cultural sobre la arquitectura y el diseño japoneses.

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