roger gonzález remodela un edificio del siglo XX para dar vida al hotel CIGNO en mérida, méxico

UNA COMBINACIÓN DE LO TRADICIONAL Y LO CONTEMPORÁNEO

El arquitecto Roger González nos lleva en un cómodo viaje en el tiempo con el diseño del Hotel CIGNO en Mérida, México. El proyecto se llevó a cabo como una remodelación de un edificio histórico del siglo XX, donde González buscó introducir elementos contemporáneos a la edificación sin opacar detalles de la construcción original. Con su arquitectura, mobiliario hecho por artesanos locales y un restaurante que ofrece platillos hechos con ingredientes típicos de la región, el hotel se mantiene fiel a sus raíces y ofrece una probada de las tradiciones del estado de Yucatán.

imágenes cortesía de Hotel CIGNO

HOTEL CIGNO RINDE TRIBUTO A las tradiciones de la ciudad de MÉRIDA

El diseño del Hotel CIGNO busca conectar con el espíritu de la ciudad de Mérida y sus tradiciones. La construcción se realizó utilizando la técnica ancestral maya ‘chukum‘, logrando un acabado tradicional de la península yucateca. Por su parte, la cocina también mantiene la esencia del antiguo edificio. Aquí el chef Ángel Peláez ofrece una experiencia culinaria única, en la que integra ingredientes típicos de la región en todos sus platillos. Con más de 8 años de experiencia en el mundo gastronómico, Peláez tiene como objetivo transmitir la riqueza de la comida yucateca. A través del arte, la comida y la naturaleza, el huésped puede tener en todo momento una sensación de refugio y armonía.

el diseño busca conectar con el espíritu de la ciudad de Mérida

muros blancos y azulejos azules crean un espacio acogedor

Con una fachada francesa, el hotel da una cálida bienvenida a sus huéspedes en la recepción, donde pueden encontrar una biblioteca, una sala de espera y una barra de café y pan. Desde ahí podrán seguir un pasillo que les llevará a la cocina y a la habitaciones. Pasando la recepción se puede apreciar la terraza con la alberca principal. Este espacio puede usarse como lugar de relajación, o convertirse en un vivo espacio nocturno con música y mixología. También hay barra de bebidas y una sala de estar donde podrán degustar tranquilamente los platillos del chef. Adicionalmente, un tranquilo enclave de altos muros blancos y azulejos color azul cuenta con mural alusivo a la Ermita de Santa Isabel, una escalera a una segunda piscina y una skybar con vistas del Centro Histórico. De igual manera, el huésped puede disfrutar del tranquilo interior de las habitaciones hechas muros blancos, una paleta cromática color terracota y vigas de madera.

la cocina también mantiene la esencia del edificio