manolo mesa rinde homenaje a una fábrica de cerámica abandonada en oviedo con un enorme mural

parees, el festival de intervenciones murales de oviedo, españa, es un evento cultural, social y artístico que reúne a artistas y ciudadanos para ofrecer a la ciudad una nueva mirada a través de sus muros; para su edición de 2020, el festival invitó al artista español manolo mesa a intervenir uno de los muros de la ciudad con su práctica pictórica de arte urbano. el resultado es un enorme mural dedicado a la fábrica de cerámica abandonada de san claudio.

imágenes de @mirahaciaatras and @feralcala

los murales de manolo mesa son especiales pues toman nuestra relación con lo mundano y cotidiano y la elevan a la discusión pública, profundamente tocado por el abandono de la fábrica de cerámica san claudio en los años 90, mesa comprendió el impacto de esta manufactura en oviedo, y lo que su cierre significó para la ciudad.

‘la fábrica de cerámica de san claudio proporcionó durante generaciones muchos puestos de trabajo en toda esta región con sus moldes, esmaltes, trazos y decoraciones pintadas a mano en una época en la que se contaba con pintores populares de la zona para representar determinados paisajes asturianos en cada colección’, comenta el artista en su página de instagram.

la investigación llevó a manolo mesa a encontrar muchas piezas fabricadas en la fábrica de cerámica de san claudio, incluidas las cerámicas de la posguerra que fueron heredadas y conservadas por coleccionistas: ‘la vajilla de san claudio formaba parte de la identidad, y de la historia de oviedo, y todo el mundo quería formar parte de ella teniendo esa vajilla blanca en sus casas’, continúa el artista.

el mural de mesa no sólo es una pieza hermosa, sino que está hecha para los habitantes de oviedo, para exaltar su historia y darles un buen motivo para sonreír. ‘para los habitantes de oviedo, esas piezas que un día salieron de su tierra siempre formarán parte de ellos, de sus recuerdos para toda la vida, de su situación geográfica y de su historia del arte; para mí fue una alegría ver que, mientras trabajaba, personas de todas las edades y clases se sentían identificadas con mi mural. sobre todo los ancianos y ancianas que pasaban por delante de él… siempre recordaré sus caras de asombro y gratitud cuando me veían pintar allí arriba’.