galería nómada MASA llega a Rockefeller Center para NYCxDesign

masa galería en NUEVA YORK

Por primera vez, MASA Galería llega a la ciudad de Nueva York, dando inicio a NYCxDesign dentro de Rink Gallery en Rockefeller Center. La galería nómada presenta obras de escultura y mobiliario por artistas, arquitectos y diseñadores basados en México, junto con obras históricas de gran influencia a lo largo del icónico sitio. Hasta ahora la galería ha presentado trabajos en recónditas locaciones en el mundo, incluyendo una mansión en ruinas en Ciudad de México, una clínica de salud en Oaxaca, y un rascacielos vacío en Roma.

Juntas, las obras contemporáneas e históricas de la muestra, titulada Intervención/Intersección, extienden la conversación acerca de los temas de lugar, amistad y porosidad creativa explorados en la exhibición inaugural de MASA en Ciudad de México durante el 2019, también con curaduría de Su Wu. En la larga progresión del movimiento estético, técnico e intelectual entre México y Estados Unidos, la exhibición de MASA identifica persistentes momentos de caminos cruzados, cables entrecruzados, y vidas desafortunadas que trascendieron fronteras y ciudadanía, en los objetos que se enredan gloriosamente entre dónde venimos y dónde elegimos estar.

La muestra ha abierto hoy 5 de mayo, y estará visible hasta el 24 de junio del 2022. Reserva un turno para visitar la galería aquí.

imágenes © designboom

Intervención/Intersección EN rockefeller center

Desde 2018, MASA (ver más aquí) de Ciudad de México se ha establecido como una galería poco convencional en la intersección del arte y el diseño. La exhibición en Rockefeller Center — que inaugura NYCxDesign — está curada por su constante colaboradora Su Wu, curadora y escritora que radica en Ciudad de México. MASA recurre a la larga historia de intercambio creativo e intelectual entre México y EEUU del icónico sitio.

Mientras muchas de las obras — tanto contemporáneas como históricas — existen en conversación con el canon mexicano del siglo 20, esta selección específica pretende permitir una ampliación de la narrativa que incluya intimidades menos reconocidas, ambiciones no completadas, o historias de migración. Emparejada con trabajo recientemente comisionado en México, ‘Intervención/Intersección’ presenta un reto para el entendimiento convencional de lo público y monumental establecido por los maestros mexicanos, en su lugar exhibiendo cómo el trabajo sobre intimidad, proceso e historia personal pudieran encontrar una expresión pública provocadora tanto en el diseño como el arte.

Entre las obras mostradas en la exhibición de galería MASA en Rockefeller Center están una banca hecha a partir de eslabones de cadena desbordantes por la arquitecta Frida Escobedo que reconfigura un material de ataduras en un objeto de soporte; obras de cobre martillado por el diseñador Brian Thoreen realizadas en el estado de Michoacán que prestan una forma cósmica a una técnica tradicional; y ‘Empathy For Other Creatures,’ una nueva serie de subibajas intervenidos por uno de los principales artistas conceptuales en Latinoamérica, Miguel Calderón, que crea un nuevo centro de balance.

MASA también presenta el trabajo de diseñadores emergentes mexicanos, algunos exhibiendo por primera vez en Estados Unidos. Xavier Loránd transforma ondas de sonido de su estado natal de Veracruz en una pantalla plegable dimensional y abstraída que adhiere memoria sinestésica al clásico biombo divisorio.

El proyecto de diseño MARROW, fundado en 2021 por Rafa Prieto y Loup Sarion, transforma restos de huesos, recolectados cariñosamente después de cenas, en lámparas resplandecientes y una meditación sobre el desecho y la activación estética. Y en una diestra reinvención de un material más comúnmente utilizado para parches de tambores, el grupo mexicano de diseño Panorammma, fundado por Maika Palazuelos, crea una mesa de cuero crudo de sorprendente visceralidad para MASA.

Los trabajos de otros artistas y diseñadores basados en México dentro de la muestra incluyen capós de autos dañados por la violencia de cárteles reparados con el método japonés de ‘kintsugi’ por el artista Rubén Ortiz Torres, una obra textil a gran escala creado vía performance por Tania Candiani, así como piezas por José Dávila, Pedro Reyes, Héctor Esrawe, y Tomás Díaz Cedeño, quien creó pequeñas tapas de interruptores de luz a partir de metal de chatarra derretido recolectado en Ciudad de México, que considera mini murales.

Extrayendo de la larga exploración personal de la memoria sostenida por el cuerpo, la obra a gran escala de bronce de Alma Allen, ‘Not Yet Titled’ realizada en la fundidora de la artista en Tepoztlán, México, será instalada al exterior sobre Center Plaza frente a 30 Rockefeller Plaza, junto a sillas de ónix del artista mexicano Mario García Torres que derivan de la forma cóncava específica de la icónica silla Acapulco, y las bancas esculturales Símbolo por EWE.

Las obras contemporáneas son presentadas junto a piezas por influyentes artistas del siglo 20 que viajaron de manera similar — como las obras en esta exhibición — entre México y Estados Unidos, y se celebra particularmente a los artistas cuyo trabajo existió en conversación con los movimientos de arte mexicanos del siglo 20, mientras también se desplazan estos legados dominantes.

Se incluye una serie de dibujos eróticos poco vistos por el artista mexicano Adolfo Riestra, quien murió en 1989 por complicaciones relacionadas con el SIDA, mostrando una perspectiva exuberante de lo cotidiano, raramente representada por sus contemporáneos.

Un relieve de yeso original de 1937 por Isamu Noguchi que el artista talló para un mural no completado – precedido brevemente por «News» de Rockefeller Center (1938-39) en 50 Rockefeller Plaza – alude en sus retratos de cuerpos a la iconografía del trabajo de Frida Kahlo, con quien Noguchi recién había terminado un enredo romántico en México.

Un tríptico por Martín Ramírez, el artista autodidacta nacido en Jalisco, México, que viajó a California al final del siglo para trabajar en ferrocarriles, muestra la escala y la insistente dedicación de un maestro, creada simultáneamente al auge del muralismo mexicano pero en una institución mental con solo restos de materiales disponibles como bolsas de papel, y no para el público en general por motivos profundamente personales.

En un gran broche de cobre por la artista Ana Pellicer, quien estudió arte en Nueva York y ha vivido en el estado de Michoacán por los últimos 50 años, se celebra la dedicación de una vida de trabajo que empuja límites materiales y sociales.