el pabellón de las orquídeas de cca provee un nuevo espacio de reflexión en casa wabi

pabellón de las orquídeas: una ligera construcción de madera

A las afueras de Puerto Escondido, Oaxaca, en medio del mar y las montañas, el ‘Pabellón de las Orquídeas’ es un espacio para conectarse con la con la humilde raíz de la vida. Liderado por Bernardo Quinzaños del CCA para la Fundación Casa Wabi, el proyecto está dedicado a la conservación de las orquídeas de la región de Oaxaca. Para garantizar el desarrollo de estas plantas, y tras una profunda investigación, el equipo optó por utilizar madera, un material permeable, sustentable y ligero, para su construcción. Complementada con 12 humidificadores de barro, la estructura logra en su interior un ambiente húmedo, parcialmente sombreado y bien ventilado.

fotografías por Jaime Navarro y Rafael Gamo

una mezcla de filosofía japonesa y tradición mexicana

Para este proyecto, los arquitectos se inspiraron en la palabra japonesa ‘ikigai’, cuya interpretación es ‘la razón de ser’ o el ‘propósito de vida’. Para llegar a encontrar este propósito de vida, es necesario salir del estrés y el bullicio de la vida diaria; hallarse en un espacio dedicado a la reflexión y relajación. Al verse envuelto en el suave tintineo de las gotas, los vientos cruzados y la frescura de la humedad del interior del Pabellón de las Orquídeas, el visitante es invitado a reconectar con su esencia, descubrir su ikigai.

Siguiendo la filosofía japonesa ‘Wabi-Sabi’, el pabellón encuentra su belleza en la simpleza, la imperfección y lo no convencional. Asimismo, el equipo mezcla este concepto con las tradiciones de la costa oaxaqueña, utilizando materiales de origen local –cerámica de barro, palma y madera- y obras de alta calidad de artesanos locales.

el equipo optó por utilizar madera, un material permeable, sustentable y ligero

una estructura hecha con técnicas y materiales simples

La estructura se centra en tres elementos principales. En primer lugar, el Pabellón de las Orquídeas es una máquina simple y austera; doce humidificadores de barro toman ventaja de la gravedad para hacer un ambiente húmedo dentro para las orquídeas de la costa oaxaqueña. Por otro lado, el pabellón aprovecha materiales y técnicas simples; se utiliza madera de la región y piezas de cerámica de barro hechas en hornos locales. Finalmente, la construcción se convierte en un santuario para las orquídeas. Al ser cohabitado por plantas y humanos, el espacio logra una armonía entre ciclos naturales y la actividad humana.

el visitante es invitado a reconectar con su esencia, descubrir su ikigai

un sistema autónomo que satisface a plantas y humanos

La humedad al interior del Pabellón de las Orquídeas crea un ambiente perfecto para las orquídeas. Con sus intricadas raíces, ramas y hojas, las plantas logran aprovechar el agua presente en el aire y el suelo. Adicionalmente, cuencos de barro en forma de pirámide llenos de agua se encuentran en la parte superior de la estructura. Estos filtran poco a poco pequeñas gotas de agua permitiendo la irrigación por goteo. Como si fuera poco, el agua también es recogida por bandejas de base de barro que están permanentemente húmedas. Dichas características permiten que las orquídeas se mantengan siempre húmedas sin necesidad de que sean regadas manualmente. Este santuario además ofrece agua fresca a los huéspedes de la Casa Wabi, logrando una experiencia contemplativa; el mismo agua que beben orquídeas la beben los humanos.

el pabellón también ofrece agua fresca a los huéspedes de la Casa Wabi