joseph ford imagina un mundo sin normas para los artistas urbanos

Joseph Ford imagina un mundo donde el arte urbano no tiene fronteras

Luego de su último proyecto, una serie fotográfica con modelos minuciosamente mimetizados en su entorno, Joseph Ford vuelve ahora con ‘Impossible Street Art’. Este nuevo proyecto concibe un mundo en el que el arte urbano no tiene límites. Para su más reciente serie, el fotógrafo londinense ha colaborado con siete artistas urbanos de todo el mundo — como Ador, Denis Meyers, JanlsDeMan, Levalet, Morley, Peeta y Victoria Villasana — superando los límites del arte urbano tradicional al imaginar un mundo en el que cualquier superficie es un lienzo. (Puedes ver los murales anamórficos a gran escala de Peeta en nuestro artículo anterior aquí).

El proyecto comenzó capturando espacios públicos inaccesibles, como el Panteón de París, Les Arènes de Picasso en Noisy-le-Grand, Francia y Seven Sisters Cliffs en Sussex. Las impresiones fotográficas tomadas por él mismo, fueron ampliadas y entregadas a los artistas para que pintaran o dibujaran sus propias y singulares creaciones sobre los fondos originales. Según Ford, el resultado ofrece una visión de un universo paralelo lúdico y creativo en el que los artistas urbanos tienen total libertad artística. ‘Mi punto de partida fue imaginarme a los artistas urbanos trabajando sobre cualquier superficie, sin estar limitados por la escala, la accesibilidad, la seguridad o las normas’.

todas las imágenes por Joseph Ford, obra de Victoria Villasana

obras de arte hechas a mano sin manipulación digital

Tras las lúdicas aportaciones a las impresiones iniciales, Joseph Ford continuó su proceso creativo fotografiando cada pieza final sobre un caballete en su ubicación original. Esto permitió una realidad alternativa que cobró vida gracias a que los artistas urbanos no se encontraron con ninguna limitación.

Como ha recalcado el fotógrafo, estas imágenes están hechas a mano y se produjeron sin utilizar CGI ni Photoshop. Ford reveló también que el proyecto se enfrentó a numerosos retos, como el peligro de que las obras de arte salieran volando por fuertes vientos, roces con guardias de seguridad y múltiples visitas a los distintos lugares para asegurarse de que la iluminación y el cielo coincidieran con la fotografía original. Sin embargo, ¡valió la pena todo el esfuerzo!

pintura de Ador