Una terraza de ladrillo corona esta casa en Calencia por Piano Piano Studio

A pesar de contar con un terreno algo incómodo, Piano Piano Studio ha realizado una casa familiar amplia y luminosa en la pequeña ciudad española de Foios. El diseño está dirigido por las limitaciones del sitio en esquina alargada, que bordea dos muros divisorios: uno grande al este y uno más corto al norte. El edificio resultante mira al oeste en su fachada más larga y al sur en la más corta.

imágenes de Milena Villalba

Para la vivienda familiar de sus sueños, el cliente buscaba tres elementos principales: una gran terraza para disfrutar de los agradables inviernos en Valencia, un patio más resguardado y fresco, y un gran espacio interior. En lugar de ajustarse a las casas típicas de la zona, lo que se conoce como huerto valenciano, Piano Piano Studio decidió cambiar el orden. Construyeron un volumen más alto al norte, y en la esquina hacia el sur, crearon un bloque más pequeño que contiene el garaje y la terraza. Mantuvieron el patio central, que está abierto a la intemperie, y construyeron otro, más pequeño y escondido.

Los residentes ingresan a la casa por una grieta en el centro de la larga fachada, que lleva a la vista directamente al patio. En el lado izquierdo de este patio hay una cocina abierta y sala de estar, mientras que a la derecha hay un dormitorio. De esta manera, el patio actúa como un amortiguador entre el espacio social y el privado. El dormitorio también está conectado a un patio más pequeño y escondido que aloja a un árbol frutal.

En el extremo derecho del primer piso, una escalera lleva a los habitantes al piso superior. Aquí, hay un gran espacio flexible que se puede abrir o dividir según las necesidades cambiantes. Al final del segundo piso, hay una amplia terraza, que queda oculta al exterior gracias a una celosía de ladrillo. La familia puede disfrutar de barbacoas con amigos, de una ducha refrescante en verano o de un cine al aire libre sobre el muro divisorio.

Con sus múltiples patios y terrazas, La Casa del Cantó es una casa que mira hacia adentro, pero al mismo tiempo quiere conectarse con todo lo que la rodea. La casa quiere ser vernácula. Es consciente del entorno, utiliza materiales locales, repite formas volumétricas y una fachada rítmica, que son similares a las casas adyacentes. Al mismo tiempo, es consciente de su contemporaneidad, pero transformada en algo más contenido y controlado.