Tomoaki Uno hace referencia a una pirámide azteca

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En un frondoso barrio residencial de Nagoya en Japón, Tomoaki Uno ha realizado una vivienda similar a una fortaleza llamada ‘Casa Takamine-cho’. La residencia de dos pisos y 190 m² ocupa un sitio de esquina inclinado. El programa se invierte, con los dormitorios contenidos en el nivel inferior y todas las funciones sociales de la casa ubicadas en el piso superior. El nivel superior cuenta con un patio privado, que aporta luz natural al interior de la introvertida casa, y una fuente de agua tranquila en la esquina.

imágenes por Yasuo Hagiwara

Takamine-cho marca el segundo encargo del cliente para Tomoaki Uno. El arquitecto había diseñado previamente una clínica para ellos. Esta vez, el cliente quería crear una casa con mampostería de piedra tradicional. Esta solicitud dejó a Tomoaki uno un poco perplejo al comienzo del proceso de diseño.

El arquitecto explica: ‘al principio, pensé en él solo como un material de acabado. Sin embargo, a medida que aprendí más sobre el método de albañilería tradicional y su uso, gradualmente me di cuenta de que no había estado pensando correctamente y estuve perdido por un tiempo. Originalmente, la mampostería japonesa se utilizó para cimientos de castillos y muros de piedra. Nunca tuvo la intención de ser parte de la arquitectura… por lo tanto, no había ejemplos pasados a los que referirse.’

‘Me sentí bastante inquieto e incómodo al usar esta mampostería tradicional japonesa como parte de un edificio con un propósito diferente. No podía deshacerme de la molesta sensación de que estaba destrozando la tradición, y pasó mucho tiempo sin que pudiera hacer propuestas.’

El diseño final de la Casa Takamine-cho miraba hacia el otro lado del océano pacífico: ‘fueron las pirámides de Tenayuca (México) las que me sacaron de este callejón sin salida’, continúa Tomoaki Uno. ‘En el momento en que se me ocurrió la idea de recrearlo con la mampostería tradicional japonesa, la niebla que había estado flotando sobre el proyecto se disipó instantáneamente y pude continuar con el proyecto sin problemas. Como resultado, aquí se completó la primera pirámide de método japonés en Japón. Sin embargo, el interior no es la sala del sarcófago, sino la sala de estudio del cliente’.

La vivienda final se compone de dos volúmenes: la ‘pirámide’ de piedra y un bloque de concreto aparente. Las dos fachadas que dan a la calle no tienen ventanas, creando un refugio completamente privado. Una vez dentro, los espacios van desde la luz y la apertura junto al patio interior hasta los rincones suaves y tenuemente iluminados de la pirámide. Los interiores están dominados por superficies de concreto aparente, que puede considerarse un material frío y duro, pero en realidad crea una atmósfera segura y acogedora para la Casa Takamine-cho.