una renovación con conciencia energética en barcelona por TAKK

TAKK renueva apartamento de 10,000 euros

El despacho de arquitectura español, TAKK, completó la renovación de un apartamento de 50 m2 en Barcelona con un presupuesto de sólo 10,000 euros para materiales. El objetivo de la remodelación era una reconversión con nuevos modelos de uso y conciencia medioambiental en el contexto de la actual crisis energética y el cambio climático.

El proyecto de remodelación realizado por el estudio español, consistió en reducir la paleta de materiales a su mínima expresión, eliminando la necesidad de revestimientos como pintura, yeso, azulejos, etc. El uso de paneles de MDF estándar y lana de oveja natural de origen local, confiere al diseño un carácter crudo al tiempo que deja al descubierto las huellas de los elementos divisorios, los pisos y los dispositivos eléctricos anteriores. En la renovación también se utilizaron patas de mesa recicladas para elevar todos los elementos construidos, lo que permitió tender libremente las instalaciones de plomería y electricidad sin necesidad de crear juntas en las paredes.

todas las imágenes de José Hevia

capas de espacios se anidan unas dentro de otras

En el primer paso de la remodelación, el estudio TAKK trabajó con gradientes térmicos para la configuración tanto funcional como programática de la casa, en lugar de la combinación habitual de habitaciones y pasillos. En la nueva propuesta, se optó por una distribución en la que las características climáticas y ambientales de cada estancia son diferentes. Las distintas habitaciones de la casa están anidadas unas dentro de otras, como las ‘capas de una cebolla’, de la más fría a la más cálida, con el fin de aprovechar cada capa de aire y material sin tener que aportar energía adicional.

Además, el diseño se centró en aumentar los elementos estructurales de la casa utilizando patas de mesa recicladas que permiten el paso libre de las instalaciones de agua y electricidad, eliminando así la necesidad de hacer ranuras en las paredes, y reduciendo los costos y el tiempo de mano de obra.

guiados por una mentalidad minimalista

La renovación también se guía por una mentalidad minimalista, que exige reducir los materiales al mínimo. La elección de la materialidad, tuvo como premisa generar una relación equilibrada entre los costos y la eficiencia energética. Por eso, en la construcción se utilizaron principalmente paneles de MDF estándar y lana de oveja natural de la región. Al mismo tiempo, los arquitectos optaron por no aplicar ningún revestimiento nuevo (pintura, yeso, azulejos, etc.) tras la demolición, sino únicamente realizar una limpieza a fondo de pisos, paredes y techos. Las huellas de los elementos divisorios, los pisos y los equipos eléctricos anteriores permanecieron visibles tras su demolición, representando un ahorro tanto en la compra de nuevos materiales como en el tiempo de ejecución de la obra.

La propuesta de remodelación, consta en realizar únicamente trabajos de montaje ‘en seco’, permitiendo la participación de ‘gente no experimentada’ en el proceso constructivo. Como si se tratara de un mueble, las distintas partes de la casa (paredes, techos, columnas) llegan a la obra y se cortan previamente con tecnología CNC según los planos del estudio de arquitectura. En la obra, los arquitectos y el constructor las montan siguiendo un pequeño manual con tornillos estándar, sin necesidad de especialistas.

Los espacios del baño y la cocina ocupan las mejores partes de la casa junto a la fachada. Bien iluminados y ventilados, se entienden como espacios que pueden utilizarse incluso en grupo. La configuración abierta de la cocina promueve un uso igualitario del espacio por los distintos miembros de la casa, independientemente de su género. La materialidad de la cocina no difiere del resto de la casa, lo que refuerza esta integración.