SHLTR café ofrece espacios cavernosos frente al mar en corea

SHLTR: UN EDIFICIO RENOVADO integra NUEVOS VOLÚMENES en corea

En Corea del Sur, el estudio coreano WGNB ha terminado SHLTR, un edificio remodelado y transformado ahora en un café. Situado junto al océano, en Sokcho, un importante centro turístico, la arquitectura recrea la experiencia espacial de un ‘refugio’, con interiores cavernosos envueltos en fachadas de tonos negros, acentuadas de manera ocasional por claraboyas y aberturas hacia las aguas abiertas. El objetivo principal de este proyecto de remodelación, fue integrar los tres emplazamientos diferentes en un mismo conjunto, conservando los edificios existentes al tiempo que los nuevos volúmenes pudieran abrirse espacio armoniosamente dentro del complejo. «En lugar de insertar un gran edificio, colocamos un par de edificios de pequeña escala que se funden con el tejido urbano, y generamos una arquitectura como de pueblo. Intentamos mantener los tamaños de las nuevas habitaciones similares a los espacios del antiguo edificio y los convertimos en componentes necesarios para la programación de una cafetería», escribe WGNB.

todas las imágenes © Yongjoon Choi

wgnb crea espacios cavernosos mezclados con luz natural

SHLTR — diseñado por WGNB (ver más aquí) –, se despliega como un conjunto de espacios oscuros y cavernosos que contrastan con su entorno, permitiendo a los visitantes descubrir facetas inesperadas de escenas cotidianas. El patio de la primera planta sirve de acceso al café, con dos tragaluces de forma orgánica que aportan luz diurna y un sombreado sutil. En el interior, una generosa iluminación cae sobre la barra de concreto de 7.5 metros de largo, guiando la vista del visitante de forma natural hacia el ventanal que da al patio. Las columnas y muros existentes se ajustan para que los dos vestíbulos (vestíbulos 1 y 2) de la primera planta den a las zonas exteriores. Los bordes perimetrales del edificio también fungen como elementos para sentarse, invitando a los amantes del café a contemplar el paisaje natural.

el edificio de SHLTR de cara al océano

las salas del café enmarcan vistas panorámicas del océano

El segundo nivel es el punto central de todo este complejo de cafeterías. En respuesta al bloqueo de las vistas al océano provocado por el rompeolas y los barandales, WGNB resolvió el problema proyectando un pódium en esa planta orientado al océano, generando una terraza elevada que conecta cuatro partes de los edificios de SHLTR. Aquí, los visitantes llegan a la Sala 3, donde aparece una gran mesa de mármol artificial negro (2.5 x 5.4 metros), protagonizada por una lámpara Koyoo de Ingo Maurer suspendida sobre ella. «Esta lámpara está estructurada con un resorte de alambre que se balancea incluso con la más mínima corriente de aire en el interior, imitando así el movimiento del agua y los árboles generado por el viento», señala el estudio.

el complejo remodelado combina tres niveles

La secuencia espacial de la Sala 3 a la 4, crea la impresión de una galería que enmarca el océano como si fuera una obra de arte; un número limitado de asientos ofrece vistas exclusivas a los visitantes, mientras que el área del pódium se traduce en una terraza por donde pasear y lugares sombreados para sentarse y relajarse. Los barandales están estructurados con postes metálicos, que minimizan las obstrucciones visuales hacia el océano. Por su parte, la Sala 5, está dentro de un edificio conservado y reconvertido en un espacio expositivo, y sus pequeñas ventanas originales fueron modificadas mediante refuerzos estructurales de acero para generar vistas más amplias. Este espacio se complementa con una terraza a la que se accede por una escalera de caracol.

WGNB pintó las fachadas de un tono oscuro para crear un contraste con el entorno

Al pasar a la tercera planta, la Sala 6 ofrece una vista panorámica del océano y un encuadre visual de las montañas en la parte posterior del edificio. El mobiliario de perfil bajo luce formas orgánicas que recuerdan a las dos claraboyas del patio de la primera planta, exudando una energía relajante mientras contrasta con los techos altos del espacio. La luminaria Yayaho de Ingo Maurer cuelga en el centro, resaltando la sensación de delicadeza de la sala. Las claraboyas completan el diseño, animando el interior mediante una transición de luces y sombras a distintas horas y en distintas estaciones.

«SHLTR ofrece un cobertizo para que la gente deambule dentro de la arquitectura mientras experimenta las montañas, el mar, el viento y la luz de Sokcho. Más que experimentar el edificio en sí, esperamos que cada visitante viva momentos inolvidables experimentando cada transformación estacional y descubriendo aspectos inesperados del contexto circundante», concluye WGNB.

acceso al patio