Julio Ignacio Páez construye una sala comunitaria para poblaciones indígenas en Argentina

‘Sala OCUYREY Guaraní MBYA’ es un proyecto por el arquitecto Julio Ignacio Páez que le da un nuevo espacio comunitario a las poblaciones indígenas de Misiones, Argentina. Ubicado en un sitio remoto, el edificio es descrito como ‘una puerta a la jungla’ y es articulado por una elegante estructura de bambú y una gran cubierta de bambú como techo. El proyecto busca empoderar comunidades guaraníes al incorporar conocimiento local, materiales y técnicas estructurales a una arquitectura que es tanto sustentable como replicable.

imágenes © Federico Cairoli

Los guaraní son un grupo indígena de América del Sur que son unidos por una lengua y cultura compartidas. Tan solo en Misiones hay más de 10,000 personas guaraníes en alrededor de 120 comunidades. Hablando sobre la incansable lucha por los derechos indígenas, el arquitecto Julio Ignacio Páez explica, ‘su enérgica defensa del medio ambiente es debido al que hoy en día la falta de vegetación lleva a la escasez de alimentos, complica las prácticas religiosas, hace imposible la autosuficiencia y genera debilidad. El proyecto tiene como objetivo contribuir al empoderamiento de las comunidades por medio de un proyecto común, replicable y sustentable que fortalezca y conserve sus ecosistemas y su cultura aportando a su bienestar comunitario y social.’

La altura y forma del edificio fueron dictadas por el bambú, que fue elegido para la construcción por su rápido crecimiento, gran resistencia a la tensión, su peso ligero y considerable absorción de dióxido de carbono. El bambú también establece una relación práctica, simbólica y estética con las construcciones tradicionales guaraníes, reforzando el sentido de pertenencia sobre la estructura y permitiendo a la comunidad estar involucrada en el proceso de construcción. La estructura y el techo están construido completamente con bambú nativo. Las bases están hechas de metal con un cimiento de concreto y el piso y muros de contención están construido con piedra local.

Antiguas técnicas estructurales, que son locales y sustentables, fueron emparejadas con técnicas industriales simples y accesibles que aceleran el tiempo de construcción y mejoran la calidad estructural. Gracias al involucramiento de la comunidad, los costos de construcción también se redujeron y nuevas prácticas fueron compartidas, lo que significa que la gente local puede adaptar, transformar o replicar la estructura.

La superficie de 100 m2 es una planta abierta, permitiendo que esta se adapte a una amplia variedad de funciones. Actualmente está siendo usada como un lugar para vender objetos artesanales y para realizar rituales tradicionales, celebraciones y canciones para visitantes, generando entonces ingresos para la comunidad. Dirigido por grupos de voluntarios, organizaciones sociales y la comunidad misma, la sala OCUYREY Guaraní MBYA espera convertirse en modelo para otras comunidades.