raúl sánchez instala cocina de cobre en residencia de barcelona

Raúl Sánchez renUEVA RESIDENCIA DEL SIGLO XIX EN BARCELONA

Después de 8 años de trabajo meticuloso, Raúl Sánchez Arquitectos terminó la remodelación de una residencia del s. XIX en Barcelona, España. Raúl Sánchez, quien es el dueño de la casa, la transformó para responder a sus propias necesidades y preferencias, las cuales han cambiado con el paso del tiempo. De esta manera, la poco práctica residencia de cuatro plantas se convirtió en un espacio en el cual Sánchez puede trabajar remotamente, así como relajarse y disfrutar de estancias cortas en sus visitas a la ciudad.

todas las imágenes por José Hevia

DESNUDANDO LOS MUROS DE LADRILLO ORIGINALES

Antes de la intervención de Raúl Sánchez Arquitectos, la propiedad se encontraba en ruinas; había porciones de suelo dañados, las escaleras se habían debilitado y algunas secciones estaban completamente arruinadas. Además, había una necesidad urgente de adaptar la estructura a las regulaciones constructivas actuales. Esto hizo posible reutilizar los interiores en su estado original, y condujo al equipo de diseño a demoler completamente el edificio, manteniendo solamente las fachadas, los muros divisores, y el tejado.

El proceso de construcción fue lento y complejo. Una vez retiradas las losas del piso, el edificio quedó como un prisma largo y delgado, con muros de composiciones heterogéneas de todo tipo de ladrillos y piedras. Cuando el arquitecto vio esto, se le ocurrió dejar los muros completamente aparentes. Los cuatro muros de 15 metros de altura quedaron expuestos y sin alterarse, revelando los rastros de su construcción y uso original.

SIETE CILINDROS APARENTES DE ACERO INOXIDABLE

Las tres plantas nuevas se apoyan en vigas colocadas entre los muros divisorios, que no tocan ninguno de los dos bordes de la estructura. Hacia la fachada principal, los separa una hoja de cristal, y hacia la fachada interior, la escalinata funge como un vacío que unifica el interior, y acentúa la sorprendente altura del edificio.

Con la excepción del mobiliario de cocina y el equipamiento del baño, los pisos se encuentran vacíos. De esta manera, los visitantes pueden modificar su uso acorde a sus necesidades. Mientras, siete cilindros aparentes de acero inoxidable corren por la altura completa del edificio, seis de ellos albergando las instalaciones eléctricas, de plomería, extracción, sanitización, aire acondicionado y de telecomunicaciones. La séptima se mantiene vacía para futuras necesidades. El resto de las instalaciones son siempre aparentes, nunca incorporadas a la estructura, destacando la aspereza de los muros a los que están fijados.

MATERIALIDAD CONTRASTADA

En términos de materialidad, Raúl Sánchez decidió formar elementos elegantes y refinados, en contraste con la cruda estructura existente. La cocina está diseñada como una sola pieza de mobiliario escarchado, brillante y reflejante, con una cubierta de mármol blanco. El equipamiento del baño está panelado con madera laqueada color crema, y tiene detalles negros y de cobre. Las ‘cabeceras’ de los pisos están cubiertas con microcemento blanco, mientras que los pisos de mosaico hidráulico, microcemento y roble añaden calidez y color al interior.