parasoles ajustables aportan ligereza a una casa de concreto en brasil

‘casa del lago’ de mf+arquitetos

Con 36.5 metros de longitud, la ‘Casa del Lago’ de mf+arquitetos es una vivienda de concreto situada en el sureste de Brasil. Al entrar, los visitantes descubren una piscina a orillas del lago y un bloque rectangular que se extiende horizontalmente sobre un montículo de tierra, casi flotando en sus bordes. A lo largo de una de sus fachadas, una serie de parasoles ajustables toman la batuta permitiendo que la luz y las vistas se desplieguen en cualquier momento. Junto con su sutil cualidad flotante, la fachada aporta ligereza y porosidad al sólido monolito. Es más, ‘su proporción está totalmente ligada a la proporción de la escala humana, con una altura de techo de 2.60 la arquitectura parece enmarcar la naturaleza circundante’, escribe el estudio.

todas las imágenes © mf+arquitetos

llevando naturaleza y luz a los interiores

mf+arquitetos (ver más aquí) situó la entrada a la casa en el lado opuesto, donde otros dos volúmenes revestidos de piedra parecen insertarse dentro del bloque de concreto, uno a cada lado. Entre ellos, una piscina reflectora con una pasarela invita a acceder a los interiores. Estos volúmenes de piedra albergan funciones diferentes: uno cuenta con dos suites y el jardín privado de la suite principal; el otro alberga el garaje, el lavadero, el área de aseo, la bodega y la cocina.

‘Al cruzar la pasarela, las puertas de cristal se abren por completo, y la gran sala de estar se integra con el espejo de agua ¡y también con el lago! El vano abierto a la parte delantera y trasera del terreno lleva la naturaleza al interior de una forma muy intensa’, escriben los arquitectos Filipi & Mariana Oliveira.

la ‘Casa del Lago’ se extiende por 36.5 metros

La sala de estar, por su parte, revela una suave composición de materiales: pisos y muros de piedra combinados con un techo de concreto y paneles de madera. Esta mezcla más clara y acogedora de materiales naturales contrasta con las texturas de los muebles de la casa, como el cuero y el lino. Estos rasgos atemporales se animan aún más con la luz diurna que invade el interior a través del brise-soleil, que aporta belleza y dinamismo a la fachada, proporcionando protección solar e intimidad cuando es necesario.

‘La casa aporta líneas muy puras a lo largo de su extensión, una conexión directa con la naturaleza y sus vistas, materiales auténticos, y un sentido de brutalidad y suavidad que permiten percibir y apreciar plenamente las sensaciones’, concluye mf+arquitetos.