noa* rediseña el hotel alemán goldene rose bajo un techo histórico

hotel GOLDENE ROSE por NOA*

En la ciudad medieval de Dinkelsbühl, Alemania, noa* ha rediseñado el Hotel Goldene Rose, dando un rostro común a las distintas identidades arquitectónicas de la ciudad, cada una con su propia historia y rasgos distintivos. El inmueble, que data del siglo XV, consta de cinco edificios diferentes unidos bajo un mismo techo histórico. Los arquitectos consiguieron desarrollar un concepto espacial unificado para un mosaico de usos como restaurantes, almacenes, una fábrica de cerveza, un cine, un salón de baile, un casino y apartamentos, formando un conjunto hotelero integral sin borrar las huellas históricas.

el frente del edificio del Goldene Rose con su fachada de entramado de madera de color amarillo mostaza | todas las imágenes por Alex Filz

muros históricos que albergan nuevas funciones

El edificio principal del Goldene Rose, con su fachada de entramado de madera de color amarillo mostaza y vistas a la plaza de la ciudad, lleva años dando la bienvenida a los huéspedes del hotel. Ahora, justo en el umbral, uno se encuentra con la idea principal de diseño que recorre todo el espacio, principalmente, la transformación del pasado al presente. Nada más entrar, el bar ‘Vicky’, que lleva el nombre de la reina, te invita a demorarte en los sillones frente a la chimenea, con su mostrador de granito negro y revestimiento de espejo antiguo. Aquí, los arquitectos eligieron yeso rugoso con acabado antiguo, suelos de roble encalado intercalados con tablones más oscuros paralelos al techo, y muestras de antiguos letreros gremiales que dan al conjunto una identidad única. El vestíbulo adyacente al bar y la espaciosa zona de recepción aprovechan las irregularidades existentes y el laberinto de paredes originales, cuyo diseño crea zonas de asiento acogedoras e íntimas.

‘El huésped debe poder experimentar intensamente el edificio, no sólo a través de las históricas vigas del techo, sino también en sus alturas y distintos niveles, subiendo y bajando’, comparte Lukas Rungger, fundador y arquitecto principal de noa* (más información aquí).

el laberinto de los muros originales crea zonas de asiento acogedoras e íntimas en el vestíbulo

A través del segundo edificio, reservado a zonas de circulación y diversas dependencias de servicio, se entra en la casa número tres, donde también se encontraba el antiguo salón de baile de 1870. En la primera planta, los huéspedes del hotel pueden desayunar y cenar en el restaurante ‘Kantine Rosine’. El ambiente se enriquece con el papel pintado de las paredes y techos circundantes, complementado con cortinas ligeramente transparentes para las zonas más apartadas y tranquilas. El patio ajardinado ofrece vistas de la catedral, las plantas superiores del hotel y la piscina exterior de la última planta. El cuarto edificio, una antigua residencia utilizada por última vez como casino, alberga parte de las 43 habitaciones del hotel y cierra la brecha con el último edificio, un antiguo bar y cervecería que alberga apartamentos de diseño exterior, también parte del Goldene Rose.

el antiguo salón de baile de 1870

el papel tapiz cubre las paredes y techos circundantes

SIMILARES PERO DIFERENTES

Aunque las habitaciones Goldene Rose se dividen en tres categorías, todas comparten el mismo concepto estético y de diseño. Cada habitación cuenta con un sofá colgante, un tapiz de inspiración medieval detrás de la cama y un cuarto de baño abierto que se integra en el espacio a través de superficies espejadas que parecen mosaicos. Las suites junior, situadas en el primer edificio, son diferentes y abarcan dos plantas, la superior de las cuales es un ático con vigas expuestas en el techo donde se encuentra la zona de dormir. Aquí el tapiz se extiende por el suelo y crea un nicho acogedor para la cama. ‘Nuestro concepto de sostenibilidad también consiste en poner en uso edificios antiguos. En este caso, nos pareció apropiado mantener la función original de habitación de invitados, que perpetúa el encanto y el resplandor de la ciudad’, explica Patrick Gürtler, diseñador de interiores del proyecto.

Lo más destacado del edificio es el antiguo salón de baile y la sala de cine de los años 50 en la parte posterior, cuyas ventanas tapiadas se volvieron a abrir en el transcurso del proyecto y cuyo espacio se convirtió en una sala de eventos multifuncional. En el centro de la sala de dos pisos, que también puede alquilarse para actos externos, hay un palco suspendido para visitantes privados – la ‘Suite Kino’ – con una gran ventana que da a la pantalla de cine, accesible a través de una pasarela. El propio auditorio puede oscurecerse con enormes cortinas opacas que abarcan toda la segunda planta. Unas cuantas lámparas de cristal originales proporcionan una iluminación atmosférica y un toque de nostalgia.

cada habitación cuenta con un sofá colgante y un cuarto de baño abierto

UN PAISAJE DE TEJADOS INESPERADO

La zona de bienestar está situada en la última planta del hotel y se extiende por toda la azotea, noa* cuidó que el aspecto exterior no se alterara demasiado. Hay una piscina infinita exterior de diez metros de largo que ofrece una vista única de la catedral cercana. Para evitar que la piscina pareciera un objeto extraño a vista de pájaro, se techó; los bañistas pueden ver las nubes a través de los agujeros del tejado a dos aguas, pero la piscina permanece invisible desde arriba. La zona de bienestar se complementa con una gran sala de relajación repartida en dos plantas, un bar de frutas y una zona de sauna independiente. Una escalera interior conduce a la planta superior. Las vigas expuestas de madera, un ambiente íntimo y una red tensada en el pico más alto del ático proporcionan una experiencia de relajación incomparable.

la zona de bienestar está situada en la última planta y se extiende por todo el tejado