Natura Futura transforma casa en Ecuador en un centro de entrenamiento urbano permeable

Situada dentro de la ciudad de Babahoyo, Ecuador, Natura Futura Arquitectura ha transformado una casa de un solo nivel en un centro de entrenamiento urbano. El espacio residencial fue ocupado anteriormente por una joven pareja de dueños de gimnasios que decidieron intercambiar parte de su ambiente de vida, con el fin de generar un área común de entrenamiento para fomentar el atletismo y la productividad colectiva.

imágenes por JAG studio

Con el fin de abaratar el costo de construcción, Natura Futura ha reutilizado tabiques, vigas y columnas que inicialmente fueron diseñadas para un edificio de cuatro pisos, conformando el nuevo espacio de entrenamiento. Además, se estableció un trueque entre el equipo de proyecto y los clientes, donde básicamente se permutaba el diseño y la construcción por el acceso gratuito al gimnasio. De esta manera se fortalece el sentido de comunidad, con la ciudad desarrollándose a partir de las decisiones, acuerdos, intercambios y emprendimientos de cada habitante.

El edificio se desarrolló con recursos limitados, donde tanto las soluciones técnicas como materiales se diseñaron en función de la disponibilidad. Se puede decir que la limitación fue una importante fuente de creatividad, animando al equipo de Natura Futura a diseñar con lo necesario. Como resultado, se incorporó mano de obra local, materiales regionales y un sistema de estructuras híbridas – de madera, hormigón y metal – que permitieron a los arquitectos ajustarse a las necesidades y posibilidades.

El proyecto se configura y delimita mediante muros laterales de bloques de hormigón y ladrillo expuesto. El interior se distribuye abiertamente según las diferentes actividades: pesas, baile, cardio y boxeo, junto con una terraza abierta en la parte superior. El diseño evita los ladrillos – a excepción de los baños -, con el fin de crear una conexión entre las actividades, tanto horizontal como verticalmente. El frontal evita el uso de vidrio, ya que se resuelve con un sistema de celosía móvil de madera de 8m de altura, que permite controlar la ventilación, la incidencia solar y la lluvia. Así, no sólo se garantiza el control térmico y la seguridad, sino que se incentiva a los usuarios a tener un contacto más directo con el barrio.