MAPAA arquitectos une tres bóvedas de concreto para crear OFMA

MAPAA arquitectos ha completado OFMA, una oficina familiar para un padre y su hijo, ubicado en una ladera al sur de la ciudad de Santiago en el valle del río Maipo, caracterizado por su producción vinícola con grandes extensiones de viñedos y olivos. A partir del proceso de elaboración del vino y de las bodegas de almacenamiento, el edificio monolítico adopta un sistema configurado por tres bóvedas de concreto armado.

imágenes cortesía pablo casals aguirre

MAPAA arquitectos ha desarrollado el edificio de oficinas OFMA para un padre y su hijo, que deseaban tener oficinas independientes, pero al mismo tiempo, unidas por un espacio central que les permitiera recibir tanto a los clientes como a los socios de sus empresas. Ubicado en una ladera que se orienta al norte sobre un viñedo y un campo de olivo, el proyecto consta de un espacio central de encuentro, en cuyos dos extremos se ubican las oficinas de los socios. Este conjunto está orientado al norte y domina tanto la vista cercana, constituida por los viñedos y olivos, como la vista lejana hacia la ciudad de Santiago. Al sur se encuentra el acceso principal con la recepción y sus amenidades de baño, bodega y cocina.

Tomando en cuenta la historia familiar, que está ligada a la producción de vino desarrollada durante mucho tiempo por la familia en este mismo sitio, el edificio adopta la forma de una bóveda – forma que los arquitectos entendieron como ligada al vino y su bodega. Así, la estructura incorpora un sistema de tres bóvedas de hormigón armado, que se utilizan para dividirlo en las tres áreas principales, mientras le dan al edificio su carácter monolítico.

A petición de los clientes se colocó en el espacio central un gran tapiz italiano de 3.6 metros de altura y 6 metros de ancho, el cual determina por un lado la configuración de un soporte para el mismo -una pared- y a su vez una distancia, altura , y relación envolvente que permite que se muestre correctamente: un cielo. Tras revisar varias alternativas de cubiertas planas e inclinadas, los arquitectos de MAPAA optaron por una cubierta sin soportes. Así, la idea de una bóveda capaz de recorrer una gran distancia sin apoyarse y descargando las fuerzas en los apoyos laterales, es decir los muros que separan ambas oficinas del espacio central, parecía ideal.