la selva tropical envuelve un renovado resort en tailandia

un paisaje tropical y su contexto cultural dan forma a ‘the spa resorts’ en tailandia

El estudio de arquitectura Design in Motion, con sede en Bangkok, completa el proyecto de renovación de un complejo turístico de spa y resort en Ko Samui, Tailandia. El concepto arquitectónico se establece a partir de dos sensaciones adquiridas al visitar el terreno existente. Enclavada en un bosque tropical entre abundante vegetación, el terreno se sombrea bajo densas ramas y hojas de árboles que, al dejar pasar algo de luz solar, crean intrincadas sombras en movimiento sobre el suelo. Impresionados por el elemento natural que se apodera del terreno del complejo, los miembros del equipo de diseño establecieron unas directrices que dieron forma al concepto, reflejando las fases de crecimiento del bosque: el ‘suelo del bosque’, que contiene varias plantas pequeñas como musgo y helechos, así como raíces de árboles; el ‘sotobosque’, con troncos, arbustos, enredaderas y trepadoras; la capa superior, el ‘dosel’, con ramas y hojas de árboles superpuestas; y las ‘capas emergentes’, que coronan el resto con árboles que se elevan sobre la vegetación natural.

El segundo elemento destacable que da forma al proyecto es la cultura popular y la arquitectura vernácula que definen la región. Los materiales de construcción seleccionados para la remodelación son de origen local y natural, como la madera, la tierra apisonada y el tejido o cestería con una planta local — de apariencia vidriosa — de la familia de las juncias llamada ‘Krachoot’. Esta distintiva dirección hacia lo nativo es, también, cohesiva en el diseño del mobiliario. Por lo tanto, el enfoque de reconstrucción del complejo se centra en la tierra fértil y el contexto visual cultural.

villa | todas las imágenes por Soopakorn Srisakul

El proyecto de Design in motion consigue una organización óptima del espacio

Los tres tipos de edificios del complejo existente, — incluidas las villas, el vestíbulo y el restaurante — debían renovarse según los principios conceptuales del proyecto con el fin de optimizar el complejo en términos de circulación, diseño espacial y comodidad. Empezando por las unidades de alojamiento, el equipo de diseño ajustó las vistas de las villas existentes teniendo en cuenta las limitaciones que presentaba la ruta principal de circulación. Regulando la cuestión de la privacidad de los huéspedes, el plan empieza por el ‘suelo forestal’, una de las capas del bosque, rodeando las habitaciones con un conjunto de arbustos y árboles. Sirviendo de persianas naturales, estos elementos verdes despiertan una esencia de vivir en la naturaleza.

En consecuencia, se han formado tres ‘habitaciones de verdor’ en cada villa. La sala de estar y el comedor se disponen en los espacios exterior y semiexterior, respectivamente, añadiendo terrazas escalonadas a la estructura, mientras que se sustituye el antiguo material sólido de la cubierta por uno transparente con el fin de generar más luz natural. Los dormitorios situados en cada unidad disponen de ventanas con toldos de madera que se abren hacia la rica vegetación. El diseño de los muebles se inspira en las costumbres populares respetando los patrones de sentarse en el suelo, apoyarse en un asiento bajo local llamado ‘tang’, y dormir en una cama baja local llamada ‘krae’, lo que da valor cultural al concepto.

cama de día en el bosque

la remodelación del vestíbulo y el restaurante acerca la naturaleza a los usuarios

El volumen de dos plantas que alberga el vestíbulo, restaura su estructura para solucionar el problema de una circulación y acceso inadecuados, que ubicaba anteriormente la zona de descenso vehicular en la planta baja y la recepción en la planta superior. El espacio se expande hacia arriba con doble altura, lo que proporciona una mejor ventilación y comodidad. El reordenamiento de todas las funciones permite un fácil acceso y una óptima organización, fusionando todas las áreas vinculadas en un solo volumen. Simultáneamente, se ha optado por la capa de ‘sotobosque’ para generar el ambiente especial de ‘recepción en el bosque’, añadiendo una nueva plataforma delante del edificio y cubriendo el espacio con hojas de árbol en lugar del dosel del edificio demolido. En la planta superior se han dispuesto nuevas salas funcionales, como la biblioteca y una sala de desintoxicación. En el interior se ha colocado un elemento divisorio estelar que hace referencia al patrón de los tapices de madera tradicionales, mientras que diversos tipos de cestería y trenzado de fibras naturales se despliegan en el lugar.

El restaurante se alza bajo el ‘dosel del bosque’, dando sombra bajo los árboles al mismo tiempo que disfruta de los ligeros rayos de sol que se cuelan a través de las densas hojas. Expuesto a la naturaleza, el edificio construye terrazas abiertas en el nivel superior e inferior sobre la zona exterior. La remodelación conserva las estructuras principales del edificio mientras que modifica el espacio con el fin de resolver sus insuficiencias arquitectónicas acercando a su vez la naturaleza a los usuarios.

comedor cerca de la piscina del hotel