la prefabricada cabaña SULA viaja desde quito hasta las islas galápagos

SULA: a Message of Environmental Responsibility and Innovation

En el corazón de las Islas Galápagos, la arquitecta Diana Salvador ha dado a conocer su último proyecto residencial conocido como SULA. Esta estructura de cabañas, que toma su nombre del género de aves suliformes «piqueros», ejemplifica el encuentro entre la construcción innovadora y la responsabilidad medioambiental. El diseño de madera se prefabricó en Quito, Ecuador antes de su montaje en la Isla de Santa Cruz. La arquitectura refleja el compromiso de minimizar el impacto ecológico y ofrecer al mismo tiempo un espacio confortable a su cliente, una familia que reside en las islas Galápagos desde hace más de cuatro décadas.

El principio básico del diseño detrás de SULA fue crear un hábitat sensible y respetuoso con todos los agentes involucrados: el entorno, el contexto, los ocupantes y el equipo de diseño. Este enfoque holístico guió todas las decisiones del proyecto.

imágenes © JAG Studio | @juanalbertoandrade.ec

EL VIAJE SOSTENIBLE DE QUITO A LAS Islas GALÁPAGOS

La casa SULA, diseñada por Diana Salvador, se prefabricó en dos meses, con la integración de 17,000 tornillos y casi 2,000 componentes hechos a medida con madera, metal, aluminio y vidrio. Una vez ensamblada, se transportó en dos camiones desde Quito al puerto de Guayaquil y se envió en dos contenedores a Puerto Ayora, en la Isla de Santa Cruz, donde un equipo de cuatro personas y seis expertos itinerantes en diversos campos la montaron en sólo un mes.

Llevar una casa por piezas del continente a una isla es una audaz declaración de innovación, que transmite un mensaje sobre la imperativa necesidad de un cambio en nuestra conciencia medioambiental. Significa que la construcción puede llevarse a cabo sin causar impactos negativos, subrayando el compromiso con la responsabilidad medioambiental y la optimización de los recursos en cada fase del proceso.

para minimizar el uso de concreto, se emplearon gaviones como cimientos

diana salvador PROMUEVE la eficiencia y FLEXIBILIDAD

Una de las características más destacadas de la cabaña SULA de Diana Salvador es su escalabilidad, flexibilidad de transporte y adaptabilidad al entorno. Se emplearon procesos de construcción industrializados para maximizar la eficiencia de los recursos, permitiendo a la arquitectura viajar hasta su destino. El proyecto representa el segundo paso en la experimentación con la prefabricación como medio para validar la hipótesis de que un sistema de construcción puede promover el bienestar colectivo al tiempo que minimiza la huella de carbono. Representa un cambio radical en la forma en que el equipo aborda la construcción y el papel que desempeña la mujer en la profesión arquitectónica.

los componentes prefabricados están diseñados como un juego de LEGO a gran escala

La arquitectura de SULA combina la funcionalidad con el confort interior mediante estrategias bioclimáticas validadas por simulaciones térmicas dinámicas. La elevación de la estructura permite aprovechar las corrientes de aire para crear una cámara de aire frío debajo, lo que mejora la ventilación y la eficiencia energética. Las paredes y el tejado forman una estructura de doble capa que alberga vigas estructurales y garantiza una circulación eficaz del aire interior. Las perforaciones del suelo y las paredes permiten la ventilación cruzada.

Además, la elevación de la estructura permite desmontarla para reubicarla, ya que sus componentes están diseñados como un juego de LEGO a gran escala que puede transportarse y reinstalarse en diversos entornos con facilidad. Para minimizar el uso de concreto, se emplearon gaviones como cimientos, diseñados para ser fácilmente desmontables y respetuosos con el suelo — un ejemplo del compromiso del proyecto con la naturaleza.

la estructura de doble capa aloja las vigas estructurales y garantiza una circulación eficaz del aire interior

MATERIALES MINIMALISTAS Y ECOLÓGICOS

SULA se basa únicamente en cinco materiales principales — madera, piedra, metal, vidrio y PVC, utilizados de forma pura y proporcional para crear una estructura equilibrada desde el punto de vista medioambiental. Cada material se seleccionó en función de su eficacia y flexibilidad. El material más representativo es la madera contrachapada, utilizada para la estructura, las paredes interiores, el mobiliario y el techo. La precisión de su formato, unida a los procesos mecanizados de corte, garantiza la optimización de los recursos. Los techos están construidos con láminas de PVC, que también sirven como paraguas impermeables, aumentando la resistencia de la cabaña.