db arquitetos eleva casa vjc iporanga sobre la exuberante costa brasileña

CASA VJC IPORANGA: UN RETIRO FUERA DE SÃO PAULO

La Casa VJC Iporanga, de DB Arquitetos, se eleva entre las frondosas copas de los árboles de la costa brasileña y ofrece una serena escapada de São Paulo. Concebida como refugio veraniego, la vivienda contemporánea se esconde entre la vegetación para convertirse en un refugio de relajación y conexión con la naturaleza. El arquitecto David Bastos se enfrentó al reto de integrar la casa en el escarpado terreno, preservando al mismo tiempo la vegetación circundante. Así, la estructura toma forma con cinco plantas superpuestas que se adaptan a los contornos del terreno. Esta distribución única invierte el programa tradicional, situando los dormitorios privados en los niveles inferiores para una mayor privacidad, mientras que las zonas sociales de los pisos superiores disfrutan de las vistas de las copas de los árboles y de los panoramas costeros. Todos estos espacios inferiores están cubiertos por una fachada de listones verticales de madera de cumarú.

imágenes © Fran Parente

DB ARQUITETOS Incorpora LAS FRONDOSAS COPAS DE LOS ÁRBOLES

En la decoración interior de la Casa VJC Iporanga, el equipo de DB Arquitetos colabora con la diseñadora Marina Salles, que ayudó a extender el paisaje al interior. Las materias primas naturales como la madera, el lino y la paja dominan la paleta para evocar la sensación de una casa en un árbol que se eleva entre el follaje. Los grandes ventanales llevan los árboles hacia el interior, invitando a la exuberante vegetación a convertirse en parte integrante del espacio vital. La planta superior cuenta con un amplio salón, comedor y cocina que dan al balcón, al solárium y a la piscina, mientras que los amplios paneles de cristal ofrecen vistas del paisaje costero en constante cambio.

Casa VJC Iporanga está escondida entre las frondosas copas de los árboles de Guarujá, Brasil.

INTERIORES DISEÑADOS POR MARINA SALLES

DB Arquitetos diseñó el salón de Casa VJC Iporanga para fomentar la interacción, con el mobiliario organizado para atraer a todos hacia el centro. Una cuidada mezcla de reliquias familiares, modernas piezas de diseño brasileño y elementos diseñados a medida por Marina Salles aporta personalidad y calidez. Las piezas encontradas se reutilizan y se les da una nueva vida para mostrar el espíritu sostenible del proyecto. Una mesa de comedor de madera maciza ha sido diseñada por el arquitecto y está rodeada de sillas Gana tejidas a mano. Los grandes ventanales ofrecen amplias vistas enmarcadas a ambos lados. Mientras tanto, la luminaria Canoa, que recuerda a los barcos tradicionales de la costa brasileña, crea un resplandor suave y continuo sin obstruir las vistas.

la cocina, el comedor y el salón se extienden hasta el balcón con piscina y vistas lejanas
cinco plantas se adaptan a la pendiente del terreno, teniendo en cuenta lo escarpado y complicado del emplazamiento