Esrawe Studio suspende tres suites sobre una estructura de madera

hotel en riviera maya por Esrawe Studio

Como parte de un proyecto de renovación de un hotel en la Riviera Maya, México, Esrawe Studio ha diseñado una estructura monumental en forma de pirámide para albergar tres suites. Suspendidas dentro de un esqueleto de madera, las habitaciones se desbordan con cautivadoras vistas al océano y la jungla, mientras se destacan gracias a su revestimiento de madera teñida de azul.

Para este proyecto, el equipo de diseño apuntó a un impacto mínimo en la tierra, evitando así el trabajo de construcción permanente. Así, el edificio resultante surge como un gran volumen escultórico con una estructura de madera laminada prefabricada que puede montarse rápidamente en obra.

todas las imágenes por Joel Flores, Yair Ugarte

fachada sur

enmarcando vistas panorámicas del océano y la jungla

El proyecto de renovación total diseñado por Esrawe Studio, con sede en México, incluye el rejuvenecimiento de las villas existentes, una serie de espacios públicos (piscina, restaurante, vestíbulo, sala de estar y club de playa) y tres nuevas suites. Una fachada muda de madera que sostiene la construcción surge de una base de piedra que da cabida a las áreas de servicio. Las zonas lounge con vistas a la piscina son espaciosas y están ocultas bajo la gran estructura de pilotes de madera, dejando pasar la ventilación y la luz. La piscina longitudinal colocada sobre la arena se concibe como una losa de piedra flanqueada por cuatro cabañas existentes que respetan las palmeras existentes y la vegetación del lugar, beneficiándose de su sombra natural.

En cuanto a las suites, aparecen en la parte superior del esqueleto de madera como volúmenes suspendidos, diferenciados del resto de la estructura por el color azul. Cada suite se extiende sobre dos plantas. El primer nivel alberga el dormitorio, con una gran terraza y vistas al mar, mientras que el segundo consta de un baño semiabierto, tomando la forma de una estrecha caja de madera con los extremos abiertos. Un lado mira al mar y el otro enmarca la inmensa selva virgen, con amplias terrazas privadas que favorecen la ventilación cruzada.
vista de lado

Los arquitectos buscaron preservar el paisaje existente tanto como fuera posible. Por lo tanto, formaron una estructura flotante de madera liviana ensamblada en construcción seca para albergar el club de playa. Además, la entrada se configura como un pasillo angosto que perfora la base de piedra y guía a los visitantes a un área de doble altura que mira hacia la piscina y el océano, mientras integra el restaurante, el bar, el salón, la recepción y las áreas de estar.

fachada principal