'chuzhi' de wallmakers revela remolinos de escombros y desechos prefabricados

‘Chuzhi’ de wallmakers hace un guiño a la estética de los remolinos

Volviendo con otro enfoque impresionante de la arquitectura sostenible y el diseño basado en residuos, el arquitecto Vinu Daniel de Wallmakers presenta Chuzhi, una casa subterránea de dos dormitorios que emerge del paisaje duro y rocoso de una comunidad cerrada en Schoolagiri, India. Haciendo un guiño a la anatomía de los remolinos, la estructura revela formas arremolinadas que serpentean alrededor de tres grandes árboles de tamarindo que se encuentran en el lugar. Para construir estas formas en espiral, Daniel usó «vigas de botellas compuestas de tierra de escombros prefabricados, formadas a partir de 4000 botellas de plástico desechadas».

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cómo construir en tierras ‘inhóspitas’

El equipo de Wallmakers asumió el proyecto Chuzhi para comprender mejor cómo los sitios inadecuados se pueden convertir en terrenos habitables. A primera vista, antes de la intervención, la combinación de topografía rocosa escarpada, árboles gigantes y vegetación espesa haría que cualquier cliente se sintiera reacio a inyectar una casa en medio de paisajes salvajes. Sin embargo, Daniel y su equipo no son ajenos a «construir con la naturaleza».

Después de una cuidadosa inspección, los arquitectos diseñaron con éxito un refugio subterráneo con columnas en espiral que crecían desde el lecho de roca. Juntos, estos remolinos estructurales se unen para albergar un espacio de vida privado en la parte inferior sin perturbar el paisaje circundante. «[Está] diseñado con un diseño abierto e interiores minimalistas y tiene pisos que se han hecho de madera recuperada y ensamblada», escribe Wallmakers.

Comenzando como superficies de paredes, los remolinos se mueven gradualmente hacia arriba para dar forma al techo acristalado, dando la impresión de «vivir debajo de los árboles del dosel». Al caminar por los interiores, los residentes se encuentran con generosos espacios abiertos en tonos marrones y muchos ventanales acristalados que dejan entrar la luz del día, sumergiéndolos aún más en el contexto prístino. Esta sensación de camuflaje, junto con una alteración arquitectónica mínima, transforma el proyecto de Wallmakers en un pilar esencial de la vida sostenible.