'casa becker': dos bloques de concreto hacia el horizonte mexicano

‘casa becker’: armonizando la topografía y la arquitectura

El arquitecto Jaime Juárez armoniza la topografía con la arquitectura en su último proyecto, Casa Becker. Ubicado dentro de un Club de Golf en la ciudad mexicana de Morelia, esta casa unifamiliar aparentemente emerge del terreno del sitio como dos bloques de concreto colocados sobre una base de losa de piedra, cada uno enmarcando vistas panorámicas del campo de golf y del valle.

Juárez orientó los bloques «de tal manera que desde la entrada, son casi imperceptibles y se elevan sutilmente hacia el noroeste, que es la vista privilegiada del lugar. Estos dos elementos son bloques limpios en su diseño y construcción. Los bloques se dejaron expuestos, generando un equilibrio entre solidez y pureza. Esto es en gran parte por la sinceridad de sus materiales.»

Esencialmente, la casa se distingue por una estética racionalista y una marcada horizontalidad en relación con sus muros y ventanas. Estos elementos se plantan de forma lineal, integrándose sutilmente en el paisaje mientras contrastan con la vegetación circundante. Además, el arquitecto se aseguró de ofrecer a cada uno un lugar especial dentro de Casa Becker para cada residente, una familia de cinco. «Creamos varios espacios relacionados con los usuarios, como un pequeño jardín, un estudio de pedagogía, un taller para modelos de aviones a escala y un patio privado para niños», escribe.

todas las imágenes © Cesar Belio

equilibrando la coexistencia con la intimidad

Al diseñar el interior, Juárez desarrolló la estructura en un solo nivel, con áreas claramente definidas que interactúan a través de una serie de jardines interiores. Así, estos espacios de densa vegetación regulan la temperatura interior al mismo tiempo que exudan acabados naturales que complementan la sobriedad del hormigón y la calidez de la madera. De esta manera, logran un equilibrio atmosférico.

«Nuestra propuesta se define por pasillos y jardines que los usuarios descubren como si fuera una galería, pero con la esencia de un hogar. Por otro lado, uno de estos corredores interiores es el que separa el área íntima del área social. En suma, este particular recorrido tiene un juego de texturas y elementos naturales, que se convierten en protagonistas del proyecto, logrando ser un remate visual donde confluyen distintos espacios», añade el arquitecto.

Casa Becker se define por dos volúmenes de hormigón divididos por una escalera exterior

Además, el núcleo de la casa es una cocina lineal de planta libre que se conecta suavemente con los jardines, las terrazas, la sala de estar y el área de invitados. Aquí, se utilizaron elementos y materiales que contrastan con la paleta de concreto: gabinetes de madera y dos bloques de servicio negros rezuman una calidad escultórica. Como resultado, el ambiente evoca un espacio de convivencia sin negar a los residentes su intimidad.

Un bloque alberga la sala familiar, un lugar contemplativo y permanente que nace como un «ala» de la cocina. Así coexiste naturalmente a medida que transcurre el día. Por otro lado, este espacio multifuncional está protegido por una celosía de madera que reduce la incidencia solar en su orientación sur a la vez que lo aísla del resto de la casa para darle privacidad. Además, el área de invitados se abre al paisaje gracias a sus ventanas de piso a techo, capturando vistas espectaculares.

pasillos y jardines interiores unen los diferentes espacios

Ocupando el segundo volumen de concreto se encuentran las áreas privadas. Estas se comunican con el resto de la casa a través de un corredor rodeado por un jardín y un muro de losa negra. Además, el dormitorio principal se vincula con el paisaje exterior a través de una terraza que extiende las paredes de concreto y enmarca las vistas panorámicas. Asimismo, la combinación de madera y concreto recuerda el espíritu de las áreas comunes, logrando un ambiente de descanso y meditación. Finalmente, las habitaciones de los niños forman un bloque dividido por un muro de madera. «Cada recámara está unida por un patio central que se convierte en un área recreativa y lúdica, que alberga un árbol de la región, sirviendo de remate visual», concluye Jaime Juárez.