isern serra diseña un oasis creativo para andrés reisinger en barcelona

una intervención elegante con una estructura industrial

Tras la finalización del espacio de trabajo físico para el artista digital six n. five (ver aquí), el diseñador de interiores Isern Serra presenta su más reciente estudio diseñado para otro artista de renombre, Andrés Reisinger. El proyecto de intervención y rehabilitación destaca y revoluciona la arquitectura de un edificio en Barcelona.

El diseñador lo describe como «un espacio en bruto donde la estructura de concreto se expone en su estado más crudo». Celebrando esta estructura y su cruda condición, el proyecto presenta elementos elegantes y sofisticados en un equilibrio armonioso. Estos incluyen una escultural escalera de caracol hecha de acero inoxidable, junto con un espacio de cocina minimalista con mesa de piedra alargada. Estos nuevos elementos, inspirados en el mundo digital de Andres Reisinger, se incluyen para «evocar un espacio surrealista, onírico y escultórico».

imágenes © Salva Lopez | @salvalopez

isern serra construye un estudio físico para un artista digital

El estudio de Isern Serra para Andrés Reisinger transforma la planta baja de un edificio deshabitado en un espacio de trabajo multifuncional. Los interiores recién transformados presentan un área de trabajo, cocina y comedor, terraza y oficina privada para el artista y su equipo. Al entrar desde las calles del barrio de Poblenou de Barcelona, el estudio se abre a un espacio elevado de doble altura.

El diseñador de interiores profundiza en el proceso de diseño y construcción: «La primera decisión fue demoler la mitad del segundo piso. Así, se transformó el volumen existente compuesto por dos pisos con techos bajos en un gran espacio abierto con un entrepiso en el medio. De esta manera, permitimos que el entrepiso se destaque como un elemento arquitectónico. Asimismo, dejamos entrar más luz natural.»

un mundo monocromático para andrés reisinger

Explorando la materialidad de los muros y el piso del estudio de Reisinger, Isern Serra se propuso hacer coincidir los tonos crudos y las texturas del concreto existente. Así, las paredes están acabadas con una pintura pastosa a base de cuarzo que crea una cualidad irregular y artesanal, aterciopelada al tacto pero visualmente evocadora del concreto en bruto. El resultado lava los interiores con un tono gris-beige, haciendo juego con la estructura y el techo de concreto, creando un mundo monocromático.

una pieza central en ‘rosa reisinger’

Proyectándose en el centro del estudio hay una gran mesa central de concreto unida a un pilar estructural. «Queríamos diseñar una mesa que continuara en todo el espacio. Una mesa que funcionará como espacio de trabajo y comedor», explica el diseñador. «Como queríamos mantener la mesa al mismo nivel y enfatizar la continuidad del espacio, decidimos elevar el suelo de la zona de trabajo, que a su vez nos ayuda a pasar los cables al rack y refuerza los límites de uso de la arquitectura.»

El tono rosa de la mesa la convierte en una pieza central dentro del espacio monocromático. «Evitando curvas o elementos ornamentales, decidimos utilizar líneas rectas y formas geométricas para reflejar el resto de la arquitectura», continúa Isern Serra. «Un elemento que se hizo en el lugar, con un color que se utiliza a menudo en su trabajo y que identifica a su estudio.»

el estudio de doble altura se abre a una terraza jardín