HEMAA conserva las líneas modernistas de esta casa de los años 50 en la Ciudad de México

HEMAA arquitectura le ha dado una actualización a una casa contemporánea de la década de 1950 en la Ciudad de México al tiempo que garantiza la preservación de su carácter original de mediados de siglo. El proyecto implicó la remodelación completa de la estructura existente, que originalmente fue diseñada por el reconocido arquitecto mexicano Augusto H. Álvarez, pero que ha sido objeto de varias modificaciones a lo largo de los años.

imagen de Rafael Gamo

El equipo de diseño decidió alinear la propuesta a la planta en retícula base de esta construcción, que ensambla la distribución de espacios en torno a cuatro ejes estructurales cada cuatro metros. HEMAA arquitectura planea sobre un volumen arquitectónico sencillo hacia el jardín interior y, a petición del cliente, una fachada apropiada hacia la calle que ofrezca seguridad y privacidad.

La intención es la de evocar las líneas de la arquitectura moderna de mediados de siglo a través de los rasgos de materialidad y la exaltación del orden y los elementos estructurales. La distribución de sus espacios busca transmitir una sensación de constante apertura y conexión con el exterior.

Su fachada de estuco gris oscuro enfatiza su esencia tectónica y monolítica. Por otro lado, los paneles y módulos de madera de roble claro en el interior casan con gracia los contrastes y neutralizan la luz, creando espacios tranquilos, frescos y orgánicos.

Se determina una secuencia de privacidad de los espacios habitables a lo largo de los diferentes niveles de la casa. El acceso se encuentra a nivel del suelo, justo al frente. Un efecto de iluminación de claroscuro da la bienvenida a los invitados al vestíbulo de la casa que conduce a las áreas de sala y comedor, que están conectadas con la biblioteca y la cocina. Cuatro dormitorios y una sala familiar se encuentran en el segundo piso. El tercer nivel cuenta con una terraza exterior y un espacio perfecto diseñado específicamente para actividades relacionadas con el bienestar.

La funcionalidad final del proyecto está en línea con la disposición de sus elementos arquitectónicos. Así se ve claramente en su fachada, funciona como una radiografía del edificio dejándonos entrever la vida dentro de su estructura que se transforma a medida que pasa el día, gracias a reflejos y transparencias que suavizan y difuminan las líneas entre los interiores y exteriores del proyecto.