envolventes de madera enmarcan escenas domésticas en una casa en madrid

Estudio Gonzalo del Val y Toni Gelabert reviven edificio histórico

CUARTO BOCEL, diseñado por Estudio Gonzalo del Val + Toni Gelabert remodela una casa centenaria en el barrio de Chamberí en Madrid. El diseño muestra una interacción de curvas y contornos que delimitan y distinguen con maestría cuatro entornos domésticos dentro de la distribución. El proyecto fue fotografiado por José Hevia.

El edificio residencial, originalmente construido para el Marqués de Amurrio entre 1925 y 1927, lleva la firma del arquitecto Gustavo Fernández Balbuena. Balbuena, reconocido como el fundador y director de la revista Arquitectura en 1918, una publicación que sigue siendo una de las revistas de arquitectura más antiguas en Europa, contribuyó significativamente al paisaje arquitectónico de la época. El edificio está catalogado en el inventario del patrimonio de Madrid debido a su valor arquitectónico y su importancia histórica.

El complejo cuenta con un acogedor patio orientado hacia la calle, siguiendo las estrategias de saneamiento de la época que buscaban mitigar los patios interiores oscuros y mal ventilados, comunes en los diseños arquitectónicos de la época debido al desarrollo urbano intensivo. Como consecuencia, los pisos de viviendas a menudo se extendían considerablemente, con áreas húmedas confinadas al interior, generalmente ubicadas cerca de la entrada secundaria utilizada por el personal doméstico.

todas las imágenes José Hevia

las curvas y contornos crean dinámicas visuales

Los principales objetivos del proyecto se centran en la necesidad del nuevo propietario de contar con un espacio contemporáneo para vivir y la incorporación de un espacio de trabajo remoto en el entorno doméstico. El equipo de diseño propone cuatro escenarios distintos delineados por aberturas y particiones que configuran los espacios principales: dormitorios, sala de estar, cocina y espacio de trabajo.

Cada uno de estos volúmenes está diseñado con una geometría única adaptada a la circulación y las necesidades funcionales de la vivienda. Dos umbrales geométricos abiertos ofrecen acceso mientras enmarcan eventos en la sala de estar y la cocina. Un pasillo ambulatorio, que cruza aberturas existentes en la pared portante, optimiza la circulación, dando como resultado dos habitaciones de tamaño igual y espacio de almacenamiento adicional. Finalmente, una mesa generosamente proporcionada adapta su geometría al espacio disponible en la entrada principal, transformando el pasillo en una oficina o estudio compacto.

Para definir los acabados, la propuesta prevé el desmantelamiento del estado anterior conservando la identidad de la casa, incluyendo elementos como el techo de escayola y el encaje de espiga en el suelo. Sin embargo, estos rasgos se alteran y distorsionan en sus geometrías y dimensiones. Los elementos arquitectónicos se unen para construir un tapiz visual de curvas y contornos. Estos elementos separan y distinguen las diversas escenas domésticas dentro de la vivienda.

Estudio Gonzalo del Val + Toni Gelabert componen un juego de curvas y contornos dentro del trazado