Practica Arquitectura hace casa de fin de semana con jardín

una casa de fin de semana llena de tranquilidad

A una hora al sur de la Ciudad de México, en el pueblo de Tepoztlán, el estudio ‘Practica Arquitectura’ ha realizado una casa de fin de semana para los habitantes de la ciudad que desean momentos de tranquilidad y quietud. A través de ‘La Hacienda Jardín’, el equipo de diseño buscó brindar una reinterpretación de las haciendas mexicanas clásicas, agregando un toque moderno, ambos combinados en un conjunto armonioso. Las haciendas suelen estar cercadas por jardines, pero en este caso, el proyecto hace lo contrario: la residencia se desarrolla alrededor de un jardín generoso que refleja la topografía única del área enclavada dentro de tres formaciones rocosas.

La vivienda está concebida como residencia de vacaciones tanto para la pareja como para sus hijos, pudiendo en un futuro convertirse en residencia de retiro. Por lo tanto, los límites programáticos generados en el perímetro por los muros de grapas se desdibujan, lo que permite a los habitantes reorganizar el espacio en función de sus necesidades.

La Hacienda Jardín en su contexto inmediato

todas las imágenes por César Béjar y Óscar Hernández

inspirándose en las características de la zona

Tepoztlán es un área libre de actividades diarias que generalmente se convierten en necesidades en una ciudad bulliciosa: el servicio de telefonía celular es muy bajo, la electricidad es inestable y falta agua durante las estaciones secas. Dentro de este contexto, donde todo funciona a un ritmo más lento, los arquitectos optaron por reflejarlo en el diseño, priorizando lo que ofrece el área: Naturaleza pura y calma.

Además de la tranquilidad, los arquitectos de ‘Práctica Arquitectura’ buscaron reflejar el carácter arquitectónico de la zona en el diseño. Por lo tanto, optaron por materiales de construcción suavemente integrados en el paisaje inmersivo que funciona como telón de fondo para el jardín. Para lograrlo, la paleta de materiales se completa con barro, madera, teja, piedra y paredes encaladas. Además, a partir de las gemas ocultas de la zona, el equipo de diseño buscó incorporar un encanto oculto en el diseño. Este encanto se traduce en el patio central, oculto al exterior, que invita a los espectadores a entrar y descubrir más.

vista aérea del proyecto

reinterpretando el concepto de hacienda

Como se mencionó anteriormente, el diseño está inspirado en el concepto de hacienda, con la única diferencia de que el equipo de diseño le dio la vuelta a la idea. Como resultado, la casa se conforma alrededor de un gran patio que se convierte en el diafragma que maneja las interacciones y marca los espacios públicos y privados. El techo sobre el patio enmarca la montaña del Tepozteco, permitiendo una conexión visual con el paisaje. En cuanto a la materialidad, el muro perimetral es de piedra volcánica Texcal entrando en diálogo con el paisaje circundante. En contraste, el pino de Durango se utiliza para la estructura principal y se convierte en el principal material interior para las vigas y postes.

El muro perimetral interior está formado por grapas y celosías, creando un juego de luces y sombras y evocando diferentes experiencias sensoriales. Directamente, a la derecha de la entrada, se encuentran las habitaciones secundarias con una vista que se abre hacia el jardín privado. Además de las habitaciones adicionales, la planta baja incluye la cocina, el comedor y la sala de estar. Siguiendo el pasaje, una serie de terrazas y dormitorios de invitados se sientan sobre la naturaleza circundante y dan paso al dormitorio principal en el piso superior.

la vista del interior desde la entrada ofrece recorridos internos que conectan los diferentes espacios con el jardín

añadiendo soluciones sostenibles

Para este proyecto, Práctica Arquitectura buscó incorporar soluciones sostenibles, como paneles solares para la electricidad, drenaje con fosa séptica controlada, riego desde sistemas de captación de agua y pozos de absorción natural. También optimizaron la iluminación y ventilación natural en todos los espacios. Finalmente, la vegetación proporciona un microclima interno estable y agradable.

El jardín secundario ofrece una experiencia íntima con el paisaje desde los dormitorios secundarios.

Las celosías producen juegos de luces y sombras durante el día y la noche

Los corredores ofrecen recorridos internos y externos que producen diferentes sensaciones a los habitantes

La desconexión de las paredes en forma de grapa del techo crea una sensación de ligereza. Los materiales crean diálogos de color y textura en cada espacio

La sala principal, único espacio en el piso superior, sirve como mirador privilegiado del Tepozteco. La disposición de los elementos de la planta rompe la división entre espacios públicos y privados