los invernaderos: el ecodistrito de vincent callebaut en suiza

los invernaderos de vincent callebaut

En el corazón de la región del Lago Geneva en Suiza, el arquitecto francés Vincent Callebaut imagina Los Invernaderos. Se trata de un eco-distrito de madera sin automóviles, con un parque urbano de 10,000 metros cuadrados dedicado exclusivamente a peatones y ciclistas. El proyecto tiene como objetivo reactivar el patrimonio de cultivo de flores del sitio, que alguna vez fue impulsado por los antiguos invernaderos. Dominado por tierras abiertas, extensos prados floridos y árboles frutales, esta isla urbana se beneficiará de la evapotranspiración. Asimismo, garantizará la retención de aguas pluviales, ofreciendo a sus ciudadanos un espacio residencial verde, tranquilo y casi utópico. Continuando el paseo Norte-Sur del Quartier des Cèdres, donde se ubicará la «Torre de los Cedros» de 117 metros de altura de Stefano Boeri, el parque se extiende más de 10,000 metros cuadrados hacia el sur. El complejo cuenta con servicios públicos compartidos con el tejido urbano (guardería infantil, espacios de coworking, bares, restaurantes, talleres, etc.), y al mismo tiempo permite la continuidad de la movilidad Norte-Sur entre la estación de Renens y el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana, el famoso EPFL.

En el eje Este-Oeste, el plan paisajístico revivirá la antigua Traverse des Vergers (Cruce de Huertos). Así, conectará la carretera cantonal 82-B-P en la comuna de Ecublens al oeste y la Avenue de la Gare en la comuna de Chavannes-Près-Renens al este. El agua también desempeña un papel importante, materializándose a través de un gran valle a lo largo del paseo Norte-Sur, que desemboca en un cuerpo de agua panorámico a lo largo de la Route de la Maladière. Lagos de fito-purificación y estanques dedicados a la acuaponía, la permacultura y la agricultura urbana surgirán entre los edificios.

todas las visualizaciones © Vincent Callebaut Architectures

En los edificios, cadenas de lluvia inspiradas en el Feng Shui coreografían el flujo de gravedad del agua de lluvia desde los techos verdes hacia los huertos a través de los balcones. Además de la retención de aguas pluviales, las bombas osmóticas en el sótano también filtran el agua gris de las cocinas y baños. De esta manera se garantiza un suministro continuo de agua para riego por goteo, limpieza e instalaciones sanitarias. Entre el Chemin du Champ-Fleuri y el paseo peatonal Norte-Sur, rodeado de espejos de agua, emerge Le Nénuphar con curvas voluptuosas, dando la bienvenida a los niños a una nueva guardería municipal. Finalmente, para optimizar las áreas de siembra en terreno abierto y la cantidad de árboles maduros, Vincent Callebaut (ver más aquí) integra las infraestructuras dedicadas al estacionamiento planificado casi exclusivamente bajo los edificios. Los tres puntos de acceso a este estacionamiento en Los Invernaderos se integran discretamente al oeste, en la rue du Champ-Fleuri, al sur a lo largo de la Route de la Maladière y al este, en la Avenue de la Gare.

‘Los invernaderos’ es una isla urbana en el corazón de la región

cascadas absorbentes de carbono con terrazas y balcones

El proyecto Los Invernaderos de Vincent Callebaut se basa en un concepto de vivienda denominado Sky Villas. Combina todas las ventajas de los departamentos en la ciudad, como estar cerca de servicios y cultura, con la intimidad de una villa individual en el campo con un jardín privado. Ni torre ni bloque: se trata de cascadas de terrazas dúplex y balcones instalados en un patrón escalonado que abren un cono de perspectiva hacia el Lago Geneva. A medida que se extiende progresivamente, esta arquitectura esculpe y magnifica las vistas del paisaje. Además, luchando contra la expansión urbana horizontal y la artificialización del suelo, los edificios integran las reglas del bioclimatismo al respetar la trayectoria del sol de este a oeste y la dirección de los vientos dominantes del suroeste. Todos los departamentos están perfectamente orientados, articulando sistemáticamente las áreas de estar hacia el sur y el lago y las áreas de dormir hacia el norte. El 100% de los apartamentos miran hacia el sur, cruzando y orientándose en múltiples direcciones para ofrecer la mejor calidad de vida.

Además, cada uno de estos departamentos cuenta con amplios balcones panorámicos que enmarcan vistas hacia los Alpes, el Lago Geneva y el Jura, al tiempo que proporcionan la sombra necesaria para evitar el sobrecalentamiento en las salas de estar. Estas terrazas incluyen jardines para cultivar plantas y huertos como una extensión de las salas de estar. Esta revegetación ayuda a bioclimatizar la temperatura, reduciéndola en 3 a 5 grados gracias a la evapotranspiración y la filtración de la radiación solar. Además, los residentes pueden cultivar más de 30,000 plantas y arbustos, capturando 170 toneladas de CO2 en la atmósfera de Chavannes-Près-Renens anualmente y creando una arquitectura «absorbente de carbono».

Vincent Callebaut pretende reactivar el patrimonio florícola del lugar

En cuanto a las dimensiones urbanas, el diseño propone diversas experiencias al extender los volúmenes construidos desde el nivel 5 en el lado de la Avenue de la Gare y sus villas hasta el nivel 14 en el lado del paseo peatonal Norte-Sur de un parque público. Esto asegura un desarrollo coherente de la urbanización a través de volúmenes de construcción, espacios y circulación en armonía con los vecindarios cercanos. El objetivo es integrar la propuesta de la mejor manera posible en los edificios heterogéneos del sitio existente, proponiendo estas geometrías híbridas entre las barras de 105 metros de largo del Quartier des Cèdres y las torres de Nivel+10 a lo largo de la Route de la Maladière. El eco-distrito, que ya es bajo en carbono intrínseco gracias a sus materiales de construcción de origen biológico, será finalmente transpirable y descontaminante durante su funcionamiento. Vincent Callebaut también propone asignar a cada edificio un color específico en la elección de especies vegetales para crear una especie de «gradiente de arco iris» a la escala del eco-distrito.

terrazas y balcones escalonados componen Los Invernaderos

madera laminada cruzada: flexibilidad y escalabilidad

El bosque en el Cantón de Vaud en Suiza es fundamental para el plateau Vaudois y Lausana. Profesionales gestionan esta vasta área boscosa, asegurando la sostenibilidad ambiental, económica y social. Cubriendo el 40% del Cantón, se extiende hasta el corazón de la ciudad. Ante la necesidad de una reducción radical de la huella de carbono, los expertos utilizan la técnica de Madera Laminada Cruzada (Cross Laminated Timber, CLT). Esta técnica implica apilar tiras de madera perpendicularmente y unirlas con adhesivos estructurales orgánicos. Este método reduce significativamente el consumo de energía en comparación con la producción de concreto y acero, y no genera gases de efecto invernadero. Combinado con la baja velocidad de combustión de la madera, los productos de combustión no tóxicos y el aislamiento térmico óptimo, Vincent Callebaut vio el CLT como la elección ideal para el proyecto.

Concebido para construirse a partir de bosques suizos cosechados de manera sostenible, el diseño encarna un sumidero de captación de carbono. Los árboles absorben carbono a través de la fotosíntesis, que se almacena en la madera y permanece atrapado, evitando su liberación en la atmósfera y generando una huella de carbono negativa. Estructuralmente, el arquitecto eligió una construcción de madera sólida con un marco flexible, lo que permite configuraciones reversibles de oficinas/viviendas. El diseño modular, prefabricado fuera del sitio, optimiza el tiempo de construcción y la limpieza, y ofrece la opción de personalizar los apartamentos. Los edificios también cuentan con balcones de madera distintivos que hacen referencia al contexto local. Las fachadas del sur están adornadas con madera clara, mientras que las fachadas del norte están cubiertas con madera quemada, conocida como Shu Sugi Ban, que mejora la resistencia al fuego, los insectos y los hongos. Esta técnica se alinea con la estética japonesa del Wabi-Sabi, abrazando los procesos naturales y las imperfecciones.

enmarcando vistas panorámicas hacia el lago Geneva

BIOCLIMATISMo, energías renovables y agricultura urbana

Además de la construcción de CLT de bajo carbono, los esfuerzos del arquitecto también se centran en sistemas pasivos y energías renovables para reducir aún más la huella de carbono. En primer lugar, los edificios se benefician de aislamiento exterior gracias a materiales como la paja, el cáñamo, la celulosa o incluso el aserrín proveniente de aserraderos locales. Para garantizar la ventilación natural en cada apartamento, los conductos de viento atraviesan los núcleos de circulación vertical a lo largo de toda su altura. Estos conductos succionan el aire exterior a 30 grados en verano desde los huertos en la planta baja. Este aire caliente pasa por debajo de los cimientos donde la inercia térmica de la tierra es constante durante todo el año a 18 grados. El aire naturalmente enfriado a 22 grados se sopla luego en los apartamentos como en un montículo de termitas, con un ahorro de energía de hasta el 70%. Las escaleras y los ascensores también se colocan a lo largo de la fachada norte para aprovechar la ventilación natural.

Además de los balcones ajardinados, Vincent Callebaut introduce invernaderos estandarizados y pequeñas granjas urbanas acuapónicas (cultivadas en permacultura) en los edificios Les Tremplins, Les Créneaux, Les Arcs y Les Roches.

La acuaponía combina la cría de peces y el cultivo de plantas, lo que permite que estas granjas en el cielo produzcan hasta 25 kilos/m² de frutas y verduras al año. Estos alimentos se cultivan de manera orgánica con un ahorro de agua del 90% utilizando fertilizantes naturales. Los peces alimentan las plantas con nitrato y, a cambio, las plantas producen oxígeno para los peces. El agua se purifica y luego se devuelve al tanque de peces. Así, el ciclo puede comenzar de nuevo. Un «mercado vivo» permite a los residentes abastecerse de productos de granja. Los invernaderos, iluminados naturalmente durante todo el año, cuentan con células de silicio adicionales integradas en el doble acristalamiento de los techos BIPV para producir electricidad. Los techos verdes instalados en la parte superior de los edificios más altos integran jardines de biodiversidad con fachadas que dejan paso a corredores ecológicos favorables a una variada fauna y flora local. Finalmente, se diseña una caldera de biomasa y un campo de sondas geotérmicas para producir agua caliente compartida a un precio razonable.