la inauguración del ‘Nunavut inuit Heritage Center’ en canadá
Dorte Mandrup ha sido anunciada como la oficina ganadora en el concurso internacional para diseñar un nuevo Centro del Patrimonio Inuit. El proyecto se encuentra en el territorio de Nunavut, en la ciudad de Iqaluit, al extremo norte de Canadá. Este emocionante proyecto tiene como objetivo difundir el conocimiento sobre la rica cultura inuit, así como fomentar la recuperación cultural y la reconciliación entre lo inuit y lo no inuit. El centro proporcionará un espacio donde la comunidad nativa pueda reconectarse con su pasado colectivo a través de objetos, historias y actividades.
Se espera que la construcción se complete en 2027. La propuesta arquitectónica de gran impacto brindará un espacio para diversas actividades. Asimismo, funcionará como un punto de encuentro para la preservación y celebración de la cultura inuit. Además de las áreas de exposición, el centro contará con una cafetería, un espacio para talleres, un laboratorio de conservación, una tienda, una guardería, un albergue y oficinas. También estará conectado a un amplio espacio al aire libre donde se llevarán a cabo prácticas tradicionales como el tallado, la construcción de kayaks, la fabricación de herramientas y la recolección de bayas.
todas las visualizaciones © Mir., cortesía de Dorte Mandrup
Dorte mandrup busca una reparación cultural para los inuits
Para el Centro del Patrimonio Inuit de Nunavut, Dorte Mandrup se unió con Guy Architects, LEES+Associates, Adjeleian Allen Rubeli, EXP, Pageau Morel, Altus Group y los consultores indígenas Kirt Ejesiak y Alexander Flaherty. Juntos, el equipo participó en un proceso que abarcó un contexto altamente sensible y complejo, demostrando una gran consideración por las perspectivas de la comunidad en relación al conocimiento tradicional inuit y al potencial curativo del Centro del Patrimonio Inuit de Nunavut.
‘Trabajar en este contexto requiere una sensibilidad extrema y una profunda consideración del paisaje y su significado cultural. La comunidad ha estado trabajando incansablemente durante mucho tiempo para establecer un lugar donde los inuit puedan preservar un preciado patrimonio y compartir conocimientos únicos y especializados que son esenciales para las futuras generaciones y corren el riesgo de desaparecer. Estamos emocionados por escuchar, aprender y ser el enlace entre el pensamiento y la forma’, escribe Dorte Mandrup, fundadora y directora creativa.
Dorte Mandrup gana el concurso para diseñar el tan esperado Nunavut Inuit Heritage Centre de Canadá
un techo escultórico que se funde con el paisaje
El diseño del edificio se inspira en el paisaje y el movimiento de la nieve y el viento. Tomando como referencia los patrones formados por el viento, especialmente el kalutoqaniq, que ha sido durante mucho tiempo un sistema de orientación natural para los inuit, el edificio se integra en la ladera rocosa que domina Iqaluit. Sigue las curvas y características longitudinales del vasto terreno, fusionándose armoniosamente con el entorno.
El edificio compensa lo que toma de la tierra al ofrecer un generoso techo que se fusiona con el paisaje rocoso, proporcionando un nuevo espacio de encuentro al aire libre con vistas despejadas de la tundra. El techo estará cubierto de rocas y césped, difuminando los límites entre el edificio y el terreno y permitiendo un flujo continuo a través del paisaje. Al aprovechar la protección natural de la roca, la estructura se convierte en un refugio que acoge de manera natural las colecciones delicadas y las exhibiciones ubicadas debajo. Una apertura en la colina crea un espacio luminoso para diversas actividades y reuniones dentro del centro.
el proyecto adopta la reparación cultural para los inuits
El Centro es un testimonio del compromiso del gobierno canadiense con el Acuerdo de Nunavut, que reconoce la necesidad apremiante de contar con una instalación del patrimonio territorial. ‘Hemos esperado muchos años esta oportunidad y nunca antes habíamos estado tan cerca de hacer realidad nuestro sueño. La necesidad de un centro de patrimonio territorial fue identificada por primera vez en el Acuerdo de Nunavut, y después de treinta años, aún no tenemos un lugar propio. Como resultado, muchos objetos fabricados por nuestros antepasados están almacenados en instalaciones del sur. Con pocas oportunidades para que los inuit interactúen con estos elementos, seguimos desconectados de esta parte tan importante de nuestro patrimonio cultural. Sin embargo, hay un impulso creciente para contar con una instalación de propiedad y operación inuit’, reflexiona William Beveridge, director ejecutivo de Inuit Heritage Trust (IHT).
un techo escultórico que se funde con la vasta tundra
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