takashige yamashita crea un singular edificio de recepción en japón

un edificio de acceso a un frondoso conjunto de casas de campo

Situada en la ladera que conduce al monte Fuji desde Gotemba, Shizuoka, esta ‘Recepción en la cresta’ cuenta con arquitectura de Takashige Yamashita Office. Sencilla pero singular, la recepción se erige como la puerta de bienvenida a un extenso paisaje salpicado de espacios de alojamiento. En un enclave pintoresco y arbolado, el lugar se asoma a un tranquilo arroyo en medio del bosque, gozando del emblemático volcán como telón de fondo. Teniendo en mente el deseo del cliente de establecer una serie de viviendas en este idílico sitio, el equipo construyó el edificio de recepción como un anexo puntual para el nuevo desarrollo residencial.

imágenes © Kai Nakamura

expresión arquitectónica con el toque de Takashige Yamashita

La filosofía de diseño del estudio Takashige Yamashita para el edificio de acceso llamado ‘Recepción en la Cresta’, resuena con la visión de mezclar el lienzo arquitectónico con su telón de fondo natural. La imagen de casitas de madera con sencillos tejados a dos aguas, cada una de las cuales funciona como una habitación privada para grupos de visitantes del hotel, se grabó en la mente de los arquitectos como un concepto integral para el proyecto. La esencia del edificio de recepción se concibió para fusionarse con su entorno, manteniendo el orden arquitectónico existente e introduciendo al mismo tiempo un giro único para hacer evolucionar aún más la narrativa del diseño del conjunto. Con esta integración, los arquitectos pretendían crear una continuidad orgánica entre la estructura y el paisaje existente.

el proyecto se erige como edificio de recepción a un conjunto de casas de campo

interiores enclaustrados bajo bóvedas invertidas

La fachada del edificio de acceso diseñado por Takashige Yamashita Office, atrae a los visitantes desde la calle con su perfil elegantemente curvado, reflejando con su edificio la sencillez de las casas circundantes. Al acercarse, se despliega una fascinante yuxtaposición — un lado del tejado se extiende gradualmente en una suave línea que llega hasta el monte Fuji. Esta decisión de diseño transforma el salón interior, escondido bajo el enclave formado por el techo de bóveda invertida. El volumen rectangular del edificio, desplazado estratégicamente para crear una intersección con el borde redondeado del tejado en una esquina, desvela una disposición asimétrica que conserva su orientación original. Esta maniobra arquitectónica, caracterizada por la prolongación curva del tejado a dos aguas, crea una entrada ornamentada con acogedores aleros que se abren en cascada como si se tratara de cortinas de tela.

la estructura rítmica del tejado de madera se expone y celebra en el proyecto
el edificio de recepción da la bienvenida a los visitantes con su singular perfil curvilíneo
el volumen del edificio se desplaza estratégicamente para ofrecer una planta asimétrica