dos alojamientos emergen de las piedras en las proximidades del volcán tungurahua

ALOJAMIENTOS EN MEDIO DE UNA CANTERA EN ECUADOR

Enclavados en el corazón de Baños de Agua Santa, Ecuador, dos alojamientos emergen de la misma cantera que en su día resonó con los sonidos de las excavaciones. Con vistas al volcán Tungurahua, que estuvo activo durante dos décadas, las estructuras del estudio de arquitectura La Cabina De La Curiosidad se transforman en serenos observatorios que promueven la tranquilidad, la reflexión y la contemplación.

La propiedad está dividida en dos secciones, cada una con su finalidad y carácter propios. El 40% del terreno sigue dedicado a la cantera, donde enormes máquinas, vertederos y cribas dominaban antaño el paisaje. Estas reliquias de la industria extractiva son testigos mudos de una época pasada. El resto del terreno se está sometiendo a un proceso de rejuvenecimiento, en un esfuerzo por devolverlo a su estado natural. Esta sección alberga varios ecosistemas, donde la vegetación endémica experimenta cambios a medida que aumenta la altitud. Las partes más altas albergan achupallas y flora baja andina, mientras que las zonas más bajas y sombreadas, cercanas al Río Pastaza, están veladas por frondosos bosques abastecidos por arroyos que fluyen desde el corazón de la montaña.

cerca del volcán Tungurahua, dos albergues emergen de la piedra | todas las imágenes son de Bicubik Photography, a menos que se indique lo contrario

UN DIÁLOGO ENTRE PASADO Y PRESENtE

Los propietarios del terreno pretendían intervenir en la zona, transformando la cantera extractiva y priorizando la conservación de los ecosistemas circundantes. Su objetivo es facilitar actividades de turismo de aventura, aprovechando las paredes de roca volcánica de la propiedad para practicar escalada. Además de zonas de acampada, recientemente han añadido alojamientos, cuyo diseño corrió a cargo del estudio ecuatoriano. El equipo de diseño se aseguró de que los alojamientos mantuvieran una conexión con la rica historia de la cantera. Todos los objetos desechados y obsoletos de la cantera se han reutilizado, creando un diálogo entre el pasado y el presente. Incorporando elementos y materiales de la cantera, los alojamientos adquieren un carácter distintivo que rinde homenaje al patrimonio del lugar.

Las gigantescas piedras de la antigua cantera sirven de soporte estructural, mientras que las losas de piedra de un imponente acantilado de 50 metros se convirtieron en los cimientos de los lavabos del alojamiento. La grava y la arena de la cantera adornan ahora las pasarelas y los espacios exteriores. Cribas y tuberías desechadas, abandonadas a la oxidación en la cantera, forman ahora los cimientos de las cabañas. Piezas de metal, piedras talladas, varillas y elementos de madera se reutilizaron de antiguas construcciones de Baños. Incluso repuestos de maquinaria, como cables de acero y clavos, encontraron una nueva vida. La madera de pino y colorado, cuidadosamente integrada en los alojamientos, ofrece tanto confort como conexión con el entorno. Las cerchas prefabricadas hacen que la construcción sea eficiente y mantienen la armonía de los alojamientos con la vegetación autóctona.

imagen de Francesco Russo

Al entrar en estos alojamientos, los visitantes se encontrarán mirando directamente al volcán Tungurahua. Estos espacios están concebidos como observatorios, potenciando la conexión con la cautivadora vista panorámica. Entre las piedras de la cantera y su rica historia, se crean recuerdos tan perdurables como el paisaje volcánico que rodea estos distintivos alojamientos.

las estructuras incorporan elementos y materiales de la cantera, lo que les confiere un carácter distintivo | imagen de Francesco Russo