la casa de bouro de mutant parece abrazar el paisaje portugués

casa de bouro por Mutant Arquitectura & Design en portugal

Firmada por Mutant Arquitectura & Design y captada por el fotógrafo Ivo Tavares, la Casa de Bouro está enclavada en el Portugal rural como una residencia escultural que parece abrazar su entorno con un movimiento arrollador. Para crear esa impresión, los arquitectos doblaron el diseño rectangular original de concreto de la estructura para rodear el terreno orientado al sur, formando un patio central. En cuanto al programa, la Casa de Bouro consta de dos plantas: un sótano destinado al garaje y las zonas técnicas y una planta superior que alberga las estancias sociales y privadas. Esta última incluye un hall de entrada, cuatro suites, una de ellas con vestidor, una cocina y una sala de estar, todas comunicadas directamente entre sí. Completan el programa un aseo de servicio y una despensa de apoyo a la cocina.

todas las imágenes cortesía de © Ivo Tavares Studio

un programa de dos plantas que abraza la pendiente natural

El equipo de Mutant Arquitectura & Design definió la entrada a la Casa de Bouro en su centro, caracterizando su punto de acceso con un enigmático camino exterior que resalta la pendiente natural existente al norte, promoviendo la privacidad y destacando la topografía del sitio. ‘El hecho de que el acceso se incline contra la pendiente existente transmite una sensación deliberada de embudo visual hacia la entrada y, al mismo tiempo, crea una sensación de curiosidad sobre lo que se vislumbrará tras entrar en la casa,‘ señala el equipo. Una vez dentro, los residentes establecen una relación directa con el patio situado al sur, así como con el granero perteneciente al solar. Todo el programa del proyecto se desarrolla a partir del granero, que sirve de punto de llegada desde la planta baja y dirige el acceso directo al espacio privado (este/sur) y al espacio social (sur/oeste).

Casa de Bouro por Mutant Arquitectura & Design

ivo tavares captura el cuerpo de concreto curvado

Incrustada en la naturaleza portuguesa, Casa de Bouro presenta una estética sin complejos, como documentó Ivo Tavares (ver más aquí). El concreto aparente se combina con un método tradicional de clavado de madera, mientras que los elementos metálicos dorados se aplican para transmitir una sensación de voluptuosidad y refinamiento. Haciendo hincapié en esa volumetría y con el fin de mantener el perfil del terreno con una estructura orgánica natural e irregular, los arquitectos insertaron una piscina girando la losa de la primera planta en dirección sur/oeste, acentuando un flujo entre el salón y la terraza/patio exterior. ‘El volumen de la piscina promueve una tensión visual caracterizada por su suspensión y atrae al ‘lugar’ una nueva identidad auditiva caracterizada por el relajante sonido de la cascada’, añade Mutant.

un cuerpo de concreto a flexión