'casa piedra'de gabriela carrillo se posa ligeramente sobre su acantilado

una casa de piedra

En Acapulco de Juárez, México, la Casa Piedra del Taller Gabriela Carrillo toma su nombre por su singular integración en el paisaje rocoso. La vivienda está situada sobre un yacimiento de rocas de granito, la parcela de mil metros cuadrados está situada a cien metros sobre el nivel del mar. Así, el diseño de la casa se basa en gran medida en las difíciles características de su emplazamiento.

imágenes © Rafael Gamo | @rafaelgamo

abordando un sitio desafiante

Los arquitectos del Taller Gabriela Carrillo describen el espíritu de la Casa Piedra, y los dos objetivos principales del diseño: ‘En primer lugar, debíamos conservar al máximo el espíritu rocoso, un inmenso mar de piedras, principalmente dos enormes piezas de más de dos metros de diámetro en el centro del terreno’.

‘El segundo reto fue diluir la escala de la casa en la topografía con más de diecisiete metros de desnivel desde el punto más bajo; buscando el punto de equilibrio donde el mar se asomara, el viento fluyera y la roca existente en el corazón del proyecto se deslizara bajo la casa-porche para desaparecer los límites entre el terreno natural y las intervenciones humanas’.

el equipo sobrepone una cuadrícula sencilla sobre el terreno rocoso

Desplegándose desde el suelo pétreo, la Casa Piedra está diseñada por el Taller Gabriela Corrillo para encajar cuidadosamente en su topografía. Al diseñar la casa, los arquitectos superpusieron una cuadrícula simple y regular sobre la escarpada parcela. Este proceso da lugar a momentos inesperados de complejidad en los que el orden racional se encuentra con las grandes piedras, los árboles existentes y las dramáticas pendientes. Al mismo tiempo, el equipo se asegura de preservar las rocas del lugar, pero el diseño da prioridad a las zonas sociales abiertas y reserva espacios totalmente cerrados para las funciones necesarias.

una solución estructural del Taller Gabriela Carrillo

La lógica estructural de la Casa Piedra se caracteriza por un conjunto de cubiertas de pórtico, que a veces se ciernen apenas unos centímetros sobre las rocas existentes en el lugar. El espacio habitable principal semicerrado está protegido por dos losas macizas de veinte centímetros de espesor. Este elemento, que se extiende a lo largo de doce metros, se apoya en última instancia en una hilera de esbeltos postes. El objetivo de esta estrategia es garantizar un marco amplio e ininterrumpido con vistas a la selva y al océano.

El grupo añade: ‘Esta actuación es posible gracias al trabajo que realizan las vigas vierendeel en las últimas dos losas y los muros divisorios de las habitaciones, que a su vez permiten liberar completamente las fachadas sur y norte de cualquier elemento portante; buscando así el viento cruzado en todos los espacios para evitar el uso de sistemas artificiales, además de favorecer la luz natural y la ventilación de cualquier servicio’.