ARCHSTUDIO crea un complejo ecoturístico entre jardines de té

un conjunto de volúmenes fragmentados integra el conjunto

En medio de los encantadores jardines de té de la ciudad china de Dengcun se encuentra el complejo turístico Sanxia Tea Town. Con énfasis en el ecoturismo, la exploración al aire libre, las experiencias pastorales, la terapia forestal y las vacaciones de lujo, este complejo turístico ejemplifica la construcción de un sistema de civilización ecológica a lo largo de la presa de las Tres Gargantas del río Yangtsé. El Centro de Exhibiciones realizado por el despacho chino ARCHSTUDIO, es un nodo esencial incluido en la primera fase de construcción del plan maestro integral, que abarca una superficie aproximada de 5,000 metros cuadrados. El centro acoge una programación híbrida, conformada por una recepción, un comedor, una tienda de artículos culturales y creativos, espacios de exposición, un auditorio para eventos y un área de coworking. Más allá de sus funciones prácticas, el conjunto actúa como un escaparate cultural de vital importancia, que ofrece servicios turísticos para mostrar a los visitantes la esencia del Valle del Té del distrito de Sanxia.

El diseño de ARCHSTUDIO aprovecha el espacio limitado del jardín de té para disponer los volúmenes en una configuración fragmentada, creando una interacción dinámica entre la arquitectura y el paisaje circundante. Los volúmenes de madera y tierra apisonada fueron encajados en la vegetación envolvente del jardín de té y el relieve natural para equilibrar la identidad icónica y la funcionalidad de sus espacios.

todas las imágenes son cortesía de ARCHSTUDIO

archstudio promueve el ecoturismo en la ciudad de dengcun

Tras una intensa investigación del sitio, el equipo de diseño de ARCHSTUDIO situó el centro de exhibiciones en los terrenos A y B que colindan con la vía pública. La parcela A, situada entre dos pequeñas colinas, ofrece vistas panorámicas de los ondulados campos de té y las montañas lejanas. La plaza — un espacio relativamente llano en medio del terreno cubierto de cultivos de té –, acoge reuniones y actividades para turistas, extendiéndose hasta la cima de la colina donde forma un «puente» distintivo que se funde con los contornos naturales y conecta las dos colinas. Al sur, un arco serpenteante une la plaza con una casa tradicional existente, mitigando la diferencia de varios niveles de elevación mientras permite que las vistas al jardín de té desde el interior se amplíen dramáticamente. El lado norte adopta líneas rectas para realzar la presencia volumétrica del puente y mantener la armonía con las colinas.

La parcela B, situada en el punto de inflexión de la plaza, ofrece un punto de vista privilegiado gracias a su significativa diferencia de altura y los bosques dispersos que la rodean. Aquí, dos «miradores», uno ancho y otro largo, enmarcan los campos circundantes y los paisajes montañosos de la lejanía, componiendo un pequeño espacio para la realización de representaciones escénicas. La azotea está a nivel de la calle y se transforma en una terraza pública que ofrece vistas panorámicas. En cuanto a espacios interiores, la parcela B alberga una sala audiovisual y un salón polivalente que complementa las funciones de ocio y entretenimiento del edificio de la parcela A. Aquí se pueden organizar proyecciones de películas y programas de televisión, ceremonias de boda y otras actividades, gracias a a la configuración flexible del sistema giratorio motorizado de los paneles divisorios. Estos elementos se abren para ofrecer vistas del paisaje y sirven de telón de fondo natural para eventos musicales. Al cerrarse, el espacio queda totalmente protegido de la luz, creando un entorno íntimo para proyectar contenido audiovisual. El salón polivalente ofrece un amplio campo de visión y puede utilizarse como un área auxiliar de la sala audiovisual o como pequeño espacio de exposición independiente.

una arquitectura que dialoga con las tipologías naturales

ARCHSTUDIO pretendía crear un conjunto de volúmenes que se integraran en el contexto, trazando así un sendero para sumergir a los turistas en un recorrido del entorno natural y el complejo arquitectónico. Las estructuras presentan fachadas transparentes, múltiples puntos de acceso a distintas alturas y direcciones, y un trayecto de circulación continuo que recuerda a una banda de Möbius. Como un reflejo de los campos de té circundantes, enormes escalones ondulados conectan la plaza y dotan al complejo de un telón de fondo natural para diversas actividades turísticas.

Al subir, los visitantes son conducidos al espacio recreativo principal ubicado en la segunda planta, donde la curva del edificio se extiende por el pasillo exterior hasta las alas este y oeste. El lado oriente alberga un gran patio con una casa tradicional local, que facilita el acceso a la terraza de la azotea. El edificio poniente presenta otra terraza ligeramente elevada formada por escalones, donde se crea una pequeña plaza de actividades al aire libre frente al paisaje septentrional. Las escaleras de caracol y los ascensores constituyen el núcleo de la circulación vertical conectando los distintos niveles, desde la planta baja hasta las terrazas superiores.

Bajo la gran escalinata de la parcela A, la parte oriental de la primera planta del edificio aloja un centro de recepción de turistas, que ofrece servicios de exposición, áreas de descanso y espera, y un espacio para la venta de productos agrícolas. Esta zona está diseñada con superficies curvas, delimitada por un patio circular de árboles de té que define la entrada principal. Las zonas funcionales interiores están dispuestas en forma de islas, y se instalaron pantallas LED en los muros para poder realizar diversas actividades multimedia.

Mientras tanto, el lado oeste de la primera planta sirve como zona de coworking que puede funcionar de forma independiente, ya que la segunda planta, dentro de la estructura del puente central, sirve como cafetería y librería, equipada con estanterías hechas de paneles curvados de bambú laminado, inspirados en los cultivos de té. El espacio se complementa con pequeñas mesas que lo dividen en distintas zonas, lo que permite a los visitantes disfrutar de las vistas mientras leen y toman café. La casa tradicional ubicada al oriente de la segunda planta fue remodelada, y al conectarla con el volumen primordial del nuevo edificio funge como comedor principal, con un salón de comedor abierto, comedores privados, salón de té, sala para ajedrez y juego de cartas, y mucho más.