una asombrosa iglesia modernista de concreto diseñada por ARQBR es una oda al infinito horizonte brasileño

‘iglesia de la sagrada familia’ de arqbr 

Emergiendo dramáticamente del extenso altiplano brasileño, la ‘Iglesia de la Sagrada Familia’ celebra la fe, la espiritualidad y la comunidad recurriendo a las formas icónicas del modernismo de la posguerra. Realizada por Arquitetura e Urbanismo (ARQBR), la iglesia de concreto se asienta en el límite de la EPIA – Estrada Parque Indústria e Abastecimento, una vía principal del trazo urbano radial implementado en apoyo al Proyecto Piloto del arquitecto Lucio Costa para la nueva capital de Brasil, Brasilia, inaugurado en 1960. Citando al propio Costa, ARQBR buscó inspiración en las cualidades pastorales de la zona, especialmente ‘ese horizonte sin límites, excesivamente vasto. Estaba fuera de escala, como un océano con inmensas nubes moviéndose sobre él’. 

todas las imágenes © Joana França

honrando la expansiva escala del paisaje del parque urbano de brasilia

Fue precisamente esa escala expansiva la que definió las cualidades del parque urbano de Brasilia, donde la conexión entre el observador y el entorno nunca se rompe, condición necesaria para la manifestación del paisaje urbano — ‘[esta] proximidad con la naturaleza salvaje y una estética continua entre los espacios habitables, espacios libres, grandes extensiones de la vegetación endémica del Cerrado — parte crucial de la sabana brasileña –, parques, cinturones verdes que se extienden a lo largo de las carreteras y un horizonte siempre despejado’, escribe el estudio brasileño.

Las extraordinarias singularidades del altiplano brasileño provocaron que se implementara en la EPIA un diseño transformador a principios de la década de 2000. Caracterizada por una exuberante avenida de eucaliptos que dio forma a la entrada de la ciudad, la EPIA, que empezó a ser controlada por el gobierno federal en 2004, se convirtió en una autopista, con sus amplios carriles, su tráfico segregado y casi todos los árboles talados para dar cabida al carril marginal.

la ‘Iglesia de la Sagrada Familia’ se encuentra al borde de la autopista EPIA

Como resultado, el paisaje rural circundante perdió inmediatamente su carácter, exacerbado por la fragmentación del terreno, el crecimiento extensivo de viviendas caras y grandes empresas comerciales, creando rupturas en la configuración urbana y un paisaje genérico en constante cambio. ‘Así, la función urbana de la carretera, la atención a las cualidades paisajísticas y la experiencia sensible de la ruta dieron paso a la velocidad, a la eficacia y a la fluidez bajo una lógica de autopista’, señala ARQBR. 

el diseño está compuesto de sencillos volúmenes monolíticos

Ante el fenómeno que generó la autopista, los arquitectos concibieron la ‘Iglesia de la Sagrada Familia’ como una configuración de volúmenes de concreto de formas simples pero igualmente dramáticas, que sintetizan las premisas fundamentales de Brasilia. Entre ellas, su apertura al horizonte, la inseparabilidad entre el espacio público y el privado — como consecuencia entre la comunidad y lo sagrado — y, por último, el paisaje como elemento estructurador y fundamental de la composición arquitectónica. ARQBR construyó la iglesia como una solución estructural mixta de concreto armado y acero — con seis pilares de concreto que sostienen el área exterior de la masa principal, definido por un volumen circular y una cubierta con tragaluces que permite la entrada de abundante luz natural.

el conjunto rememora la dramática expansión hacia el horizonte brasileño

‘El concepto arquitectónico que se adoptó, se desarrolla a partir de la relación entre espiritualidad, naturaleza y comunidad. La espiritualidad se comunica en la religión católica a través de sus ritos, celebraciones y símbolos sagrados. El sentido sagrado se yergue y renueva a través del contacto sensible con la naturaleza, que evoca la presencia divina y la integración con el cosmos. La arquitectura, a su vez, ha sido el espacio privilegiado de manifestación de lo sagrado por parte de quien la ocupa, donde la luz penetra delicadamente o donde el silencio de la piedra se manifiesta en el murmullo de las oraciones. La nave circular aporta como concepto este gesto de acogimiento, ya que acerca el altar a la congregación’, continúa el despacho. 

La luz natural penetra a través del anillo circular de la cubierta, transformando el espacio interior de la nave, con la mitad de su volumen enclavado por debajo del nivel natural del terreno. Esto permite el desbordamiento del paisaje a través de una pequeña abertura alineada con la planta baja, preservando al mismo tiempo la intimidad del espacio interior. Tal característica sólo es posible gracias a la elevación del volumen circular de concreto, suspendido por seis pilares que pertenecen a la cimentación estructural implantada en la topografía. Al hacer visible la inminente presencia del horizonte, la arquitectura se convierte en un elemento constitutivo del paisaje, una apertura a la dimensión poética del mundo, que conecta la realidad material con la mirada de su espectador.

el volumen circular principal se conecta con el edificio anexo

El esquema generador del diseño viene determinado por dos ejes principales. El eje noroeste-sureste conecta la nave circular, el anexo y el edificio existente en la parte posterior, donde se desarrollan las actividades parroquiales. A lo largo de su extensión, aparece una plaza lineal, que constituye un espacio orientado hacia la ciudad, que sirve de apoyo al recorrido errático de quienes están inmersos en el acto ritual o incluso del viajero en el camino, en la búsqueda de una interrupción de la vida cotidiana o de un refugio ante los tormentos del ser. Perpendicularmente, el eje noreste-suroeste conserva la visión contemplativa: el cruce de la línea del horizonte con el volumen vertical del campanario, señala y guía al visitante; pero también a quienes a lo lejos, cruzan la carretera a toda velocidad.

el concreto armado es el material de construcción más utilizado en el proyecto

los interiores fueron revestidos con tonos vivos de madera

la cubierta permite una entrada abundante de luz diurna

espacio principal de congregación

acentuando los gestos de amplitud con listones de madera

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project info:

nombre: Iglesia de la Sagrada Familia 

ubicación: 27 Distrito Federal, Brasilia, Brasil 

arquitectura: ARQBR – Arquitetura e Urbanismo | @arqbr.au

arquitectos principales: Eder Alencar, André Velloso, Luciana Saboia 

fotografía: Joana França | @joanafranca

área del proyecto: 3,915 m2 

año de terminación: 2022