el salón de té japonés zen de sunaba fomenta el sentido de la espiritualidad en tokio

sunaba diseña una casa de té japonesa en el centro de tokio

Miyabi de Sunaba es un santuario espiritual versátil que celebra la antigua ceremonia japonesa del té en el corazón de la zona urbana de Tokio, Japón. Ubicado a lo largo de una bulliciosa intersección en un complejo moderno, el salón de té tradicional ha sido creado como un espacio sereno e íntimo que orgánicamente puede pasar de albergar actividades comerciales cotidianas a las tradiciones japonesas, tanto ambientales como espirituales.

Llevando los efectos calmantes de la naturaleza al contexto urbano, los arquitectos crean un espacio tranquilo. Asimismo, lo envuelven en un ambiente zen logrado por una secuencia de movimientos espaciales definidos por la naturaleza, la luz cálida y los elementos de diseño históricos. «El objetivo es crear un espacio donde los visitantes puedan sumergirse en una experiencia extraordinaria a través de una serie de movimientos y desarrollos espaciales», señala el equipo de Sunaba.

Koma — salón de te pequeño | todas las imágenes cortesía de Sunaba

llevando los efectos calmantes de la naturaleza al contexto urbano

Recordando el Shichu no Sankyo de la tradicional ceremonia del té, Sunaba trae los efectos calmantes de la naturaleza al contexto urbano a través de un pequeño jardín de té. Así, el estrecho camino de Roji, bordeado de pequeñas rocas y paneles de madera oscura, recibe al visitante cuando abandona el bullicio de la ciudad y entra en el espacio. De esta manera, los envuelve en un ambiente contemplativo realzado por los cálidos interiores de madera y los caminos bordeados de piedra, para adentrarlos al salón de té. A medida que el visitante se mueve a través del espacio tenuemente iluminado, un suave brillo natural brilla a través del cristal, envolviéndolo y «purificándolo» espiritualmente.

En Miyabi, la disposición espacial rodea el espacio sagrado central de Koma con un almacén de Mizuya y Roji. Así, se asegura un espacio oscuro y tranquilo para la ceremonia. Para garantizar aún más la privacidad del salón de té, los arquitectos insertaron una pantalla de vidrio corrugado de 100 mm de espesor frente a la gran fachada de vidrio. Así, el sonido y la luz se atenuan, manteniendo una sensación de serenidad.

Nijiriguchi — puerta de paso