paco oria estudio transforma casa de 100 años en valencia

Paco Oria Estudio ha revivido una casa de 100 años en el antiguo barrio de pescadores del Cabanyal en Valencia, transformándola en ‘Casa Rocafull’, una residencia para una pareja joven y sus mellizos. Situada en un terreno rectangular, angosto y profundo, la casa se pega a la calle, dejando un patio al fondo, conservando los muros de ladrillo macizo y las vigas de madera. Centrándose inicialmente en fortalecer la construcción existente hecha a mano, desmantelándola y reforzándola, la casa luego se redujo a un esqueleto con un interior abierto, sobre el cual los arquitectos basaron el nuevo programa solicitado.

vista interior desde el patio trasero, conectando ambas fachadas

todas las imágenes cortesía de Paco Oria Estudio

Reconociendo el valor de la casa existente en su ejecución artesanal y la calidad de los materiales bien seleccionados y fabricados, Paco Oria Estudio inició la restauración reforzando la envolvente del edificio, la estructura horizontal y las cubiertas. ‘La casa es para una pareja joven con gemelos’, señala el estudio con sede en Valencia. ‘Ya viven en este barrio, por lo que conocen los aspectos intrínsecos del edificio que deben mantenerse. Saben que necesitamos resolver los problemas de humedad y promover la ventilación cruzada. Que necesitamos el sol de invierno y que nos esconderemos del sol de verano.’

materiales que interactúan con el interior y el exterior

Después de reducir la casa a un esqueleto con un interior abierto, el estudio se centró en crear un espacio abierto fluido en la planta baja y en llenar el primer piso con todo el programa solicitado. En planta baja, el proyecto conecta dos fachadas opuestas, desde la calle hasta el patio trasero, comprimiendo todo su programa a un lado, junto a las escaleras. Así, se construye un único espacio abierto, que conecta ambos espacios exteriores, generando un recorrido visual desde la entrada hasta el patio trasero.
cocina abierta, parcialmente escondida

En planta primera se aprovecha la altura existente para dividir los espacios verticalmente, mientras que se crea un entrepiso de madera para aumentar la superficie de los dormitorios. A modo de puesto de vigilancia se ha rehabilitado una terraza que da al vacío que forman el resto de los patios traseros de la manzana. En cuanto a los materiales, los arquitectos han optado por la imperfección y aparente fragilidad del barro y la madera. ‘En un momento en que se cuestionan los materiales imperfectos, aquellos que requieren concentración en su producción y colocación, que requerirán mantenimiento; se decide seleccionarlos como una respuesta modesta, pero sincera al lugar, y a la propia casa’, explica Paco Oria Estudio.

persianas de madera para control solar en el espacio del patio trasero

Se ha utilizado arcilla en los muros, losas de cubierta y tejas, así como en los pavimentos, que se extienden al exterior, impasibles a los linderos. A su vez, las ventanas, muebles y persianas son de madera, al igual que la escalera y entrepisos. Con todo ello, la intervención se centra en manipular la casa existente, aliándose con su memoria y su forma de ser, con sus texturas y su relación con la luz mediterránea. ‘Esta manipulación trata de transformar la casa en una versión mejorada de sí misma, llevada más allá de lo esperado, para que dure otro largo tiempo, esperando que el resto del barrio también lo haga con esos mismos valores que la definen’, concluye el estudio.

instalaciones del patio trasero